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Según una encuesta, no tienen suficiente conocimiento sobre cómo detectarla en sus hijos e intentan delegar la función de prevención en la escuela, pese a que los expertos consideran a la familia el núcleo principal para combatir el flagelo

Sólo el 20 % de los padres argentinos posee información valedera para hablar con sus hijos respecto del consumo de estupefaciente. El 73 % conoce los efectos del consumo de la sustancia y el 86% es capaz de detectar las señales que caracterizan a una persona como consumidor.

Las conclusiones surgen de una encuesta realizada a 624 padres por la Fundación Manantiales, cuyos resultados fueron publicados por el matutino Clarín.

Las cifras empeoran cuando se sabe que un 40 % se confesó indiferente al problema, mientras que un tercio no cree posible que alguien de su familia pueda llegar a consumir drogas.

En tanto sólo tres de cada diez padres ubican al diálogo como principal factor de prevención, el 80 % coloca esa facultad en la escuela.

Según la socióloga Graciela Ahumada, de la Secretaría para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), en un estudio entre estudiantes secundarios realizado en 2005 se detectó que el consumo de drogas está asociado con el nivel de atención que tienen los menores de parte de sus padres. Es decir, el riesgo decrece en la medida que se incrementa la atención de los padres sobre sus hijos.

“Encontramos que los estudiantes cuyos padres tienen actitudes de mayor atención y cuidado tienen una tasa de consumo de drogas ilegales del 4%, mientras que en los hijos de padres menos involucrados la tasa trepa al 18%", reveló la experta.