TATIANA G. RIVAS
Una media de cuatro personas al día se hace la prueba de la alcoholemia a través de los etilómetros que ha instalado el Ayuntamiento de Madrid en tres aparcamientos subterráneos de la capital: el de Vázquez de Mella, el de Jacinto Benavente y el de Marqués de Salamanca, puntos clave, ya que se encuentran situados cerca de zonas de ocio nocturno.
Desde la concejalía de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad informan de que desde que incorporó los «autotester» en el mes de noviembre, 433 personas los han utilizado. Basta con introducir un euro y el dispositivo marca los miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Se encuentran cercanas a los cajeros de pago. La clave está en no superar los 0,25 que establece la Ley de Seguridad Vial.
No se toman en serio
Es durante los fines de semana cuando más se utilizan. Los picos, las tres de la madrugada y las seis de la mañana, cuando cierran los bares, apuntan los trabajadores de los subterráneos. Son los alcoholímetros de Vázquez de Mella (Chueca) y el de Jacinto Benavente (Huertas) los que más trabajan.
«La gente se lo toma más como un cachondeo, para hacer la gracia, no como algo serio. No hemos visto a ninguno que deje el coche en el aparcamiento después de hacer el test», apuntan desde el segundo «parking» mencionado. Sin embargo, el objetivo de Madrid Movilidad con esta iniciativa es incrementar la seguridad en las carreteras madrileñas.
7.400 resultados positivos
Según informan desde Policía Municipal de Madrid, durante 2011 se realizaron 158.000 pruebas de alcoholemia por accidentes, infracciones o en controles. Un 5% (7.400) resultaron positivas. Un 2,5% (4.100) de las personas a las que se les obligó a hacer el test fueron detenidas o imputadas por dar positivo. De este porcentaje, 1.300 estaban implicadas en un accidente de tráfico.
El Ayuntamiento no descarta incorporar más máquinas de este tipo en otros aparcamientos en un futuro.