El «botellón» daña la materia blanca del cerebro de los jóvenes
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Data:
26.04.2009
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Iturria:
larazon.es
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El «botellón» daña la materia blanca del cerebro de los jóvenes
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Pese a que el consumo de este tipo de bebida de los adolescentes es tan sólo puntual, de fin de semana, las elevadas dosis hacen que se produzcan alteraciones en las conexiones neuronales, en pleno desarrollo en ese momento
Los jóvenes de que
pasan el fin de semana con un «mini de calimocho» o de «whisky con
cola» ponen en peligro su materia blanca, zona del cerebro que se
encarga transmitir la información de un punto a otro. Así, concluye un
estudio publicado en una revista científica «Alcoholism: Clinical and
Experimental Research». Pese a que esta situación no es la primera vez
que se convierte en objeto de estudio de la medicina, en este caso los
investigadores han examinado la sustancia blanca de los jóvenes asiduos
al consumo de alcohol en las fiestas y en los «botellones». Los
primeros resultados muestran que las fibras de esta zona pierden
funcionalidad a la hora de realizar sus tareas «comunicativas».
No sólo se han remitido a un consumo regular de alcohol, sino puntual
como los que realizan los adolescentes los fines de semana en los
«botellones», donde consumen altas dosis de este tipo de bebidas
espirituosas. «Debido a que el cerebro se encuentra en pleno desarrollo
a estas edades, deben ser conscientes del daño que produce este tipo de
conductas. En este momento del crecimiento, exista una mayor
vulnerabilidad a las neutrotoxinas y a los efectos de las elevadas
dosis del alcohol», explica Susan F. Tapet, profesora asociada del
Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California (EE UU) y
directora de Enfermedades Mentales por Abuso de Sustancias del Sistema
de Sanidad de San Diego. Además, este tipo de estudios ya ha sido
comprobado en laboratorio en animales.
Tapert y su equipo utilizaron un escáner para examinar con detalle los
tejidos neuronales de la sustancia blanca y observar los cambios que se
producían en 28 jóvenes. «El estudio nos ha mostrado que los
adolescentes con un historial de consumo de alcohol, tenían menos
conexiones entre las fibras de la mielina, lo que sugería una pobre
salud mental en varias zonas del cerebro», apunta Tapert. La
investigadora muestra, además, su sorpresa ante estas evidencias, pues
hasta el momento los jóvenes no tenían el mismo patrón de consumo que
los alcohólicos como para desarrollar estas alteraciones en el cerebro.
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