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Conducir drogado sale barato en España
Fecha: 13.02.2012 Fuente: www.elpais.com

Hombre conduciendo bajo los efectos de las drogas.
De las 45.000 condenas de 2010 por delitos de tráfico, solo 20 fueron por estupefacientes. Es difícil fijar una tasa que determine cuándo no se debe coger el volante y los detectores son caros.

"Quienes conducen drogados tienen una absoluta impunidad en España". Esta contundente frase es del fiscal de sala coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas. Se apoya en cifras: hay en las carreteras más conductores que dan positivo por estupefacientes que por alcohol, según un extenso estudio de ámbito europeo denominado Druid. Sin embargo, de las 45.000 condenas de 2010 por delitos en la carretera, solo una veintena (un anecdótico 0,04%) se debe al consumo de sustancias ilícitas. La falta de concienciación, de suficiente trabajo de campo y de medidas coactivas son algunas causas de este masivo tr·fico de drogas.


Casi un 17% de los españoles conduce con alguna sustancia psicoactiva en el cuerpo, según el Druid, que en España hizo pruebas aleatorias por toda la península en diferentes horarios y días de la semana a casi 3.500 conductores. Más de un 12% lo hacía con estupefacientes ilegales, sobre todo con cannábicos, seguidos de cocaína o medicamentos que afectan a la conducción, el doble de los que iban con alguna tasa de alcohol y cinco veces más de los que superaban la permitida. Esto sitúa a España a la cabeza destacada en la mezcla de drogas ilegales y volante entre los 14 países que participaron en el estudio. Triplica en positivos a Italia (segunda), casi cuadruplica a Holanda (tercera), quintuplica a Portugal (cuarta) y multiplica por 10 y 34 a Hungría y Polonia, respectivamente, por poner otros dos ejemplos.


Ana Ferrer, directora del Observatorio de la Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT), puntualiza que el estudio en España fue mucho más extenso y completo que en el resto de los países, donde se hizo con menos rigor, por lo que la comparación "no es exactamente fiable". Pero reconoce que lo que es seguro es que las cifras marcan al menos una tendencia cierta que se corresponde con el "elevado consumo de drogas del país". La dificultad a la hora de combatir este problema, al compararlo con el alcohol es, según Ferrer, que no hay herramientas de medición tan avanzadas ni unas evidencias en la correlación con los accidentes tan afianzadas. Los expertos consultados coinciden en que con los estupefacientes nos encontramos en un estadio similar al del alcohol hace unas décadas. Es un camino que se inicia ahora. "No se conocen datos reales, hay estudios como el Druid, pero la estrategia de la DGT es documentar el hecho, tener información, informar a los ciudadanos, actuar en campañas de vigilancia y control y actuar en medidas de prevención. Eso hay que sumarlo a acciones formativas, sobre todo a colectivos de riesgo, actuación en reincidentes y Código Penal", señala.


¿Fuimos capaces de quitar el tabaco de los centros de trabajo y no lo vamos a ser de eliminar la cocaína de la carretera?", se pregunta un experto


Pero, hoy por hoy, falta concienciación. Esto se puede comprobar claramente cuando se analizan los tramos de edad de los positivos: en jóvenes ha bajado radicalmente en los últimos años el consumo de alcohol cuando van a conducir, mientras que las muestras de drogas no indican ninguna prevención al volante. "El joven ha aprendido que si va bebido le quitan el carné y puede ir a la cárcel, pero si va drogado no está pasando nada. No ha visto noticias de lo que puede sucederle si conduce bajo los efectos de los estupefacientes. Sería necesaria una campaña muy fuerte de concienciación", indica Tomás Santacecilia, director de Seguridad Vial del RACE.


Una gran diferencia entre el alcohol y las drogas es la medición de una y otra sustancia. Manuel Rivadulla, catedrático de Toxicología de la Universidad de Santiago y experto en drogas y tráfico, asegura que ya existen aparatos de alta fiabilidad para medir los positivos, que se pueden detectar mediante una rápida prueba de saliva. Pero es muy discutible establecer unas tasas que determinen cuándo una persona no está en condiciones de conducir y en qué momento se podría considerar delito. Con alcohol esto está· claro: a partir de 0,25 miligramos por litro de aire es una infracción administrativa y de 0,6 en adelante va por lo penal. Con las drogas, el simple positivo en las cinco sustancias que detectan los aparatos - cocaÌna, opiáceos (presentes en la heroína), THC (presente en cannábicos), anfetaminas, metanfetaminas, benzodiacepinas (presente en medicamentos, algunos legales como los ansiolÌticos)- supone una multa de 500 euros y la retirada de seis puntos del permiso. Esto sería así aunque hayan pasado horas e incluso algún día del consumo aunque, en la práctica, los pocos controles de droga que se realizan responden a la existencia de síntomas en la apariencia o el comportamiento del conductor.

La Fiscalía estudia tasas como la de alcoholemia

La Fiscalía de Seguridad Vial tiene un objetivo: reducir sustancialmente las drogas en la carretera. Su responsable, Bartolomé Vargas, asegura que tras muchos logros en el ámbito del tráfico, este tiene que ser el siguiente. Sabe que los pasos para conseguirlo son muchos, pero entre los que dependen de su departamento, estudia establecer unos baremos que establezcan el límite en el que la presencia de drogas en el organismo cuando se va al volante pueda considerarse delito, como sucede con el alcohol.


En España no existe estas tasas. El positivo implica sanción administrativa y el negativo no. Pero no hay escalas, como ya sucede, por ejemplo, en Alemania, donde la jurisprudencia ha establecido unos márgenes tras los que la presencia de estupefacientes se considera delito. En España esto depende de la observación de los agentes policiales.


La Fiscalía, con el grupo científico que la asesora, maneja un borrador para caminar en esta línea. Se trataría, según Vargas, de unos límites "muy garantistas", conocidos como de evidencia, por encima de los cuales se podría establecer sin lugar a dudas que el conductor no está en condiciones para conducir y supone un peligro que castigar por la vía penal. Estarían por encima de lo que establece la jurisprudencia alemana. Aunque son cifras provisionales, mientras que en el país germano para la cocaína el delito sería  superar 75 nanogramos por mililitro de sustancia, el borrador de la FiscalÌa lo sube hasta 90. Esta cifra baja a 50 con las anfetaminas y a 25 con el THC.


La idea sería que los fiscales delegados de Seguridad Vial comiencen a pedir penas para sentar también una jurisprudencia en España. Si se consigue esto se daría respuesta eficaz a una pregunta que hoy no tiene una contestación tan clara: ¿cuándo se va a juicio en un caso de positivo por droga?


"También queremos seguir valorando los signos externos que tiene el conductor. Y en principio, contar con los peritos de los laboratorios que analizan las muestras en todos los juicios para que h