José Carlos Pérez de los Cobos ofreció este dato durante una conferencia de prensa dentro del XI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Toxicomanías y el II Foro Iberoamericano de Trastornos Adictivos, que se celebran en Logroño desde hoy hasta el viernes y que analizan, entre otros asuntos, el consumo del cannabis en la adolescencia y las drogodependencias en el ámbito laboral.
En este congreso participan más de trescientos especialistas en investigación, prevención y tratamiento de las drogodependencias, que pondrán en común los últimos avances en estas materias.
Además conocerán informes de los representantes de organismos como el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos, el Observatorio Europeo de las Drogas o el Consejo Nacional de Estupefacientes de Chile.
El presidente de la SET, que trabaja en la Unidad conductas adictivas de hospital Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, resaltó que el consumo de drogas aumenta "cada vez más en la adolescencia".
Según sus datos, en estos momentos, entre los jóvenes de 15 y 16 años "España es el primer país en consumo de cannabis y cocaína, los terceros en el de éxtasis, cuarto en anfetaminas, el país número 22 en sustancias inhalantes y el último en heroína".
Pérez de los Cobos también dio a conocer que mientras que en 1998 el 4,5 de los jóvenes reconocía, en una encuesta, haber consumido cocaína, en el 2004 esa sustancia había aumentado hasta el 7,2; y en el cannabis el aumento es más espectacular, al pasar de un 25,7 por ciento al 36,6%.
Esos datos revelan "el éxito en la reducción del consumo de heroína, algo en lo que se ha hecho un gran esfuerzo", aunque "con nuevas sustancias, como el cannabis, hay un problema importante".
Resaltó el "el consumo por parte de los menores es algo que nos atañe a todos, hay que abordarlo porque es importante y decisivo para el futuro".
Aludió a la posibilidad de despenalizar el consumo de algunas sustancias, como reclaman algunos colectivos, y afirmó que "eso no sería, en sí mismo, una solución, y antes de decirlo habría que sopesar las ventajas y las desventajas".
"Con una legalización se desarticularía el mercado negro, pero habría una gran disponibilidad, que puede ocasionar más problemas adictivos y complicaciones", dijo, y citó como ejemplo al alcohol y el tabaco "que están legalizados y crean grandes problemas".
Héctor Colón, del Centro de Estudios en Adicción, de la Universidad Central del Caribe en Puerto Rico destacó los avances en hispanoamérica "en la investigación del inicio del consumo y los modelos preventivos" aunque consideró que "hay una gran ausencia de investigación del paso a la adicción".
"Tradicionalmente se pensaba que la adicción era el resultado del uso continuo de sustancias, pero los datos demuestran que sólo del entre el veinte y el cuarenta por ciento de los usuarios jóvenes desarrollan adicción", explicó.
El perfil de quienes acaban siendo adictos a una droga es el de adolescentes "que empiezan a consumir antes de los quince años con drogas lícitas y pasan muy rápidamente a las ilícitas" y eso "sugiere que antes de la adicción hay otros trastornos que los hacen distintos a quien no desarrolla dependencia".
Por ello, desde el Centro en el que trabaja se propone "empezar a darle importancia a este tema y trabajemos en la prevención no sólo del consumo sino también de la adicción" en jóvenes con trastornos de personalidad o sociales.