La iniciativa se fundamenta en los alarmantes datos que ofrece el Plan Nacional de Drogas, el que presenta a la Comunidad de Madrid como la tercera comunidad con mayor porcentaje de consumo de alcohol, y la prevalencia de este consumo se encuentra entre los 20 y 24 años y de 35 a 39, donde el 64% de los encuestados había consumido alcohol a diario durante el mes anterior a la encuesta, en cantidades superiores a lo recomendado.
Cada vez consumen drogas un mayor número de personas y se consumen más variedad de estas. Esto no se explica sólo por motivos de carácter individual, sino también por razones sociales. Además se ha producido, paralelamente, una pérdida de percepción del riesgo de los consumos.
“En relación con el ámbito laboral –afirma UGT- hay que decir que los trabajadores suponen más de la mitad de la población y pasan más de un tercio de sus días en el contexto laboral. Por lo tanto, el mundo laboral no puede entenderse desvinculado de otras realidades que acompañan al trabajador”. En este sentido, el sindicato considera necesario señalar:
- Las personas que acceden al mundo del trabajo, lo hacen con unos hábitos de vida previos en los que puede incluirse o no el consumo de drogas debidos a otros factores como el familiar, escolar, sociocultural...; pero también la vida laboral, a su vez, influye en los hábitos y consumo de drogas.
- Las estadísticas muestran que la edad donde más se demanda tratamiento es entre los 31 y 40 años, la mayoría de los cuales se encuentran en activo. De esto se deduce que el centro de trabajo es un espacio ideal para la intervención de Prevención de Drogodependencias bien para los que puedan necesitarlo, o aquellos que tengan riesgo de inicio de consumo
- La asociación entre el consumo de drogas y delincuencia, marginación social y transmisión de enfermedades, cada vez es menos habitual. La mayor parte de los consumos se producen en contextos de normalidad social, como las estadísticas de la Agencia Antidrogas demuestran, donde más del 40% de los afectados están trabajando, tienen un nivel socioeconómico medio, tienen estudios superiores, y más del 80% lleva una vida normalizada y no tienen antecedentes actuales ni anteriores.
- La disponibilidad económica aparece asociada a una mayor facilidad de adquisición de diversas drogas, lo que nuevamente reafirma que las drogas no excluyen a ninguna clase social, sólo la forma de consumo y el tipo de droga.
- Las condiciones laborales actúan como desencadenantes, potenciadores o cronificadores del consumo de drogas, es decir que una condición inadecuada de trabajo no explica siempre por sí sola el consumo de drogas, sino interacciona con otras y se potencian mutuamente como disponibilidad de las mismas, cultura del trabajador, entorno social...
- Las condiciones laborales físicas como son la exposición a temperaturas extremas, niveles inadecuados de ruido, exceso de carga física o mental, presencia de contaminación ambiental, y cualquier otro aspecto que incida sobre la salud física del trabajador, se consideran un riesgo, junto con otros factores personales o sociales.
- Igualmente los riesgos psicosociales como los relativos a la Organización del Trabajo, el contenido y significado de la tarea, las relaciones interpersonales y grupales, las políticas de RRHH de la empresa, el clima de la organización, la organización del tiempo de trabajo, como nocturnidad o turnicidad, los sistemas de remuneración, la movilidad, acoso laboral o mobbing y la inestabilidad laboral, son motivos suficientes, por sí solos o junto a otros factores individuales o sociales, para la aparición de problemas de drogodependencias entre los trabajadores, por conllevar, inevitablemente a enfermedades psíquicas como trastornos por estrés, ansiedad, depresión, síndrome de burnout con todos los síntomas que de ellos se derivan.
Por todo lo anteriormente expuesto UGT Madrid ha considerado la conveniencia de abrir este servicio de Información sobre Drogodependencias en el Ámbito Laboral, dirigido a los trabajadores y trabajadoras de la Comunidad de Madrid.
