Tras seis meses consecutivos de descenso de ventas respecto al año anterior, en enero el consumo de cigarrillos subió en Gipuzkoa. En los estancos se despacharon 4,8 millones de cajetillas, un 10% más que el primer mes de 2011. Si se trata de un cambio de tendencia o de un aumento puntual se constatará en los próximos meses, por lo que los estanqueros guipuzcoanos prefieren no hacerse ilusiones tras esta «pequeña recuperación». Además, como recuerda su vicepresidente, José Luis Dúo, enero de 2011 fue especialmente duro para el sector, porque los precios subieron y entró en vigor la ley antitabaco.

A pesar del ligero incremento, las cifras de ventas distan mucho de las registradas no hace tanto. Hace un lustro, en enero de 2008, se vendieron 9,4 millones de cajetillas. Casi el doble, «así que a pesar de la reciente subida, seguimos estando bastante por debajo».

Con el tabaco de liar se ha dado el fenómeno inverso. Su consumo se ha disparado en los últimos meses, principalmente porque resulta más económico. Aunque cada vez menos. Visto el filón recaudador en un tipo de tabaco, como el de pipa, cada vez más consumido, las autoridades no han tardado en reaccionar. «La intención del Gobierno, presionado por la UE, es elevar los impuestos para que se vayan asemejando al de los cigarrillos. Han visto que están perdiendo una fuente de ingresos».

No obstante, en enero bajó su consumo, al pasar de los 9.976 kilos de 2011 a los 8.547 del mes pasado. El mercado de la picadura es «complejo», porque hay muchas marcas, precios... «Es difícil explicar las causas concretas. Puede ser que se haya asentado el mercado o que algunos hayan dejado la picadura para volver al cigarrillo. También está entrando el tabaco de contrabando».

Dúo se refiere a un axioma en las expendedurías de tabaco, que consiste en que cada vez que sube el precio aumenta el producto de contrabando. «Eso ha pasado toda la vida». En Euskadi aún no se percibe tanto, pero en zonas del Sur, como Sevilla, Córdoba, Cádiz y Málaga, la situación es «terrible».

Otra de las amenazas es que está empezando a entrar tabaco oriental. Por fuera, los paquetes tienen la misma apariencia que los legales, pero se trata de copias. Se venden a un precio más barato y «la calidad es ínfima». De hecho, la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha denunciado este mismo mes en uno de sus boletines el aumento del contrabando de tabaco chino a través de Ceuta. Este tabaco «incumple todas las garantías sanitarias, pero en estos momentos de crisis es consumido por su bajo precio». En Ceuta, el cartón cuesta cerca de 10 euros.

La asociación informó a los ciudadanos del «riesgo para la salud pública de este consumo por llevar sustancias altamente peligrosas». El Ministerio de Sanidad ha detectado que las partidas analizas durante los últimos años presentan niveles de nicotina y de alquitrán superiores a los permitidos legalmente en España.