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La drogadicción: una enfermedad compañera para toda la vida
Fecha: 21.04.2004 Fuente: Diario Medico - Losdrogas.info

Foto: www.tpan.com
Los criterios terapéuticos en el manejo de los pacientes con drogodependencias o toxicomanías evolucionan. En este proceso de cambio los médicos de atención primaria han de afrontar nuevos retos en los que el paciente "ya no es una persona a la que se le plantea erradicar la drogodependencia, sino que comenzamos a considerar hasta que punto será necesario que conviva con ella por tratarse de una dependencia crónica", explica Miguel del Río, psiquiatra de la Unidad de Toxicomanías del Hospital Mutua de Tarrasa.

La etiología de la toxicomanía responde a factores ambientales, sociales y psicológicos, pero cada vez es más evidente que en algunos casos existe una alteración neurobiológica que predispone al consumo desmedido de drogas. Después de un periodo prolongado de exposición a determinadas sustancias el "enganche" ya es irremediable: "Entonces pasamos a considerar al paciente como una persona que necesita de esa droga como de un fármaco, al igual que ocurre con cualquier enfermedad crónica". Los programas de heroína que funcionan en Suiza y en los que el mismo especialista ha participado para su diseño, "han permitido que en determinados pacientes en los que es muy difícil la erradicación se pueda controlar la droga bajo la supervisión y prevenir el contagio por vía parenteral, además de proporcionar una inserción social",
 
Autoayuda
 
Los grupos de autoayuda aportan una fórmula válida En alguno de estos centros destinados a la desintoxicación "resulta tan válida la opción de quedarse en el grupo para ayudar o cuidar de otros afectados como la de buscar una ocupación fuera de él", explica del Río. Las dos posibilidades son indudablemente positivas, a juicio del experto, que imparte un curso sobre drogodependencias en la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria.
La comunicación con el paciente drogodependiente es una asignatura difícil. Se trata de casos en los que el médico "ha de ser consciente que está ante una enfermedad crónica y recurrente, con situaciones cambiantes. El mismo afectado tiende a poner a prueba a su interlocutor". Por ello, no hay que desconfiar de las posibilidades de la terapia ni tampoco entrar en una actitud pasiva, agresiva o delegar a otros especialistas el seguimiento sin buscar una solución. "Entre los médicos se ha de evitar caer en una idealización de las posibilidades de recuperación o de la eficacia del tratamiento o por el contrario dejarnos llevar por una postura conformista y derivando rápidamente a los centros especializados".
Las toxicomanías evolucionan hacia un consumo más elevado de cocaína y coincide en los días de fin de semana. "Es la droga que proporciona más dependencia o efecto de refuerzo. Precisamente por este motivo es quizás la más difícil de erradicar", destaca el psiquiatra. Las encuestas oficiales muestran que al menos el 26 por ciento de la población escolar entre 14 y 18 años de edad ha probado ocasionalmente el cannabis. Otras drogas consumidas en este grupo de población son los tranquilizantes, alucinógenos, éxtasis, anfetaminas, cocaína y heroína. La drogadicción no responde necesariamente a una escalada en el consumo de drogas blandas a más duras. "La toxicomanía puede comenzar con una sustancia o diversas. La realidad social que rodea al toxicómano le condiciona. No podemos decir que el hecho de beber alcohol, el tabaquismo o cualquier otra costumbre sea indicativa o predisponga a una conducta drogodependiente".
 
Atención compartida
 
El mayor consumo de cocaína, la figura cada vez más frecuente del politoxicómano, el auge de las drogas de diseño tipo éxtasis y la extensión del problema al mismo oficio del profesional de la medicina el cambio de perspectiva en adicciones asociadas al VIH son hechos comunes. "Se precisa una detección precoz, con preguntas claras, evaluando la posibilidad de enfermedades o síntomas asociados y realizando una historia clínica lo más completa posible. Todo ello, dando por supuesto la absoluta confidencialidad, sobre todo si se tiene en cuenta que el consumo es ilegal", señala Juanjo Mascort, coordinador del curso destinado a médicos de primaria. "La atención ha de ser compartida entre el médico de cabecera, el psicoterapeuta y el especialista que realiza el tratamiento farmacológico", añade el experto. También la familia juega un papel esencial, ya que "puede ser de ayuda cuando el paciente es menor de edad o actúa por inmadurez", explica por su lado Miguel del Río.

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