Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco firmaron la nueva estrategia contra la droga en la UE para el periodo 2005-2012. En opinión de la Eurocámara, dicha estrategia antidroga debe estar basada en investigaciones científicas y la prioridad no debe limitarse sólo a la lucha contra el tráfico de droga a gran escala.
Así, los eurodiputados estiman que también hay que mejorar el sistema de ayudas para rehabilitar a los drogodependientes y evitar su marginación o la propagación de infecciones venéreas. En su resolución, remarcan que problemas como el tráfico y el abuso de drogas no pueden ser resueltos por cada país de forma independiente, sino que la UE necesita adoptar una estrategia común para afrontar la lucha contra un problema que no respeta fronteras.
Sin embargo, advierten de que las diferentes políticas nacionales que aborden este tema deben estar basadas en el conocimiento científico de cada tipo de sustancia, no en "una respuesta emocional". Por otro lado, señalan que esta nueva estrategia no debería ser adoptada hasta que los resultados de la anterior sean conocidos.
Respecto a la rehabilitación de los afectados, la Eurocámara estima que las labores de información y prevención deberían convertirse en el primer objetivo Los eurodiputados proponen "unos medios totalmente distintos" de los usados anteriormente, "dando prioridad a la protección de la vida y de la salud de los consumidores de sustancias ilícitas, a la mejora de su bienestar y protección".
Asimismo, añaden que el Consejo debería crear programas de rehabilitación fácilmente disponibles, sobre todo para prevenir la proliferación del Sida y otras enfermedades venéreas entre los drogodependientes.
Dichos programas de rehabilitación deberán seguir unas normas mínimas en todos los Estados, en lugar de centrarse en exceso en el tratamiento a posteriori a base de sustitutos de drogas. En este sentido, creen necesario que se realicen “esfuerzos particulares en la reinserción social”.
En este sentido, se muestran favorables al establecimiento de programas de rehabilitación destinados a delincuentes y a drogodependientes como alternativas a la cárcel, e instan a las capitales a realizar un mayor esfuerzo para prevenir la entrada de drogas en las prisiones.
Por otro lado, hacen un llamamiento al Consejo para que aumente los fondos destinados a campañas de información y a financiar consultas con asociaciones ciudadanas y profesionales sobre el impacto de la política antidroga establecida hasta el momento.
Por último, los eurodiputados piden que se tomen medidas para prevenir que el terrorismo internacional esté financiado por los beneficios obtenidos con el tráfico de drogas y estiman necesario incrementar la ayuda al desarrollo destinada a los países productores de droga a través de programas, con el fin de financiar un cultivo alternativo e incrementar la búsqueda hacia el uso de sustancias como el cannabis, el opio y la cocaína con finalidad médica, la seguridad alimentaria y otros fines beneficiosos.