Fanny Villamayor, directora de Prevención y Control de Adicciones de la Comuna, explicó que en el desarrollo de un oficio o profesión "pueden presentarse factores que aumenten los riesgos de alcoholismo o uso de drogas".

El estrés sostenido, la sobrecarga de horas dentro de las oficinas, la mala alimentación y la falta de actividad física derivados de las malas políticas en el lugar de contratación, pueden facilitar a que las personas terminen recurriendo a sustancias prohibidas.
En este marco, 90 agentes de tránsito participaron de una charla sobre adicciones, vida sana y seguridad, mientras que las Direcciones de Prevención y Control de Adicciones y Reforma del Estado de la Intendencia están orientando y concientizando a los trabajadores municipales para bajar estos riesgos.

Se estima que por cada dólar invertido en prevención en el ámbito laboral se ahorran siete en accidentes, faltas por enfermedad y baja productividad.

Las pérdidas en las empresas y organismos públicos que tienen en su staff a personas con alguna dependencia son notables. Las estadísticas indican que la población con adicciones tiene cuatro veces más ausentismo, 15 veces más llegadas tarde, cinco veces más sanciones disciplinarias, ocho veces más gastos en salud, cuatro veces más accidentes laborales y un rendimiento 30 veces menor.

Según un análisis de la Subsecretaría de Atención a las Adicciones del Gobierno de Buenos Aires, la droga y el alcohol son responsables directos e indirectos del 37 % de los incidentes de trabajo.

Accidentes en el trabajo

La Oficina de Prevención y Lucha Contra la Drogadicción de las Naciones Unidas para el Cono Sur, informó que el 10 % de los trabajadores se droga, cifra que aumenta si se tiene en cuenta a los que toman.
Según el INDEC ( Instituto Nacional de Estadística y Censos) más de un millón de argentinos consumió marihuana al menos una vez en su vida y otros 400.000 cocaína.

Datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo indican que en el año 2004 tuvieron incidentes 14.559 empleados en el país, lo que representa un promedio de aproximadamente 2 siniestros por minuto.

En el mismo año murieron 718 en el empleo. Hubo 70.514 problemas más que en 2002 y las licencias médicas de los trabajadores involucrados implicaron pérdidas por valor de 7.748.171 jornadas.