Los datos que arroja Santa Lucía no difieren, por desgracia, a los del resto del panorama nacional. El estudio sobre hábitos de consumo en el municipio del año 2005 confirma la tendencia a un acceso a drogas ilegales en edades cada vez más tempranas. Según el Plan Nacional sobre Drogas, el 62% de consumidores tiene menos de 20 años. El hachís es la droga más accesible en el municipio, seguida de la cocaína, las anfetaminas y el éxtasis.

La valoración de estas cifras, unido al enorme riesgo potencial al que se encuentran expuestos los jóvenes y adolescentes, fueron los temas centrales de la II Jornadas Municipales sobre Drogas, celebradas la pasada semana en Vecindario.

Prevención. Laly Ramírez es psicóloga de la unidad municipal de prevención de drogas. «Es un recurso municipal para intentar crear conciencia social sobre el rechazo de las drogas», explica la técnico municipal. Para ello, «es necesario desarrollar programas de protección, tanto a nivel general, como los dirigidos a la población de riesgo».

Aquí entra precisamente en escena el programa CreSer, dirigido, según explica Laly, «a aquellos adolescentes, con edades comprendidas entre los 12 y los 19 años, que reúnan el perfil de consumidores, -pero no drogodependientes- o que sean consumidores de riesgo».

Las terapias desarrolladas por los especialistas de este programa fueron expuestas ante los más de 150 asistentes a las jornadas municipales. Consisten básicamente en crear grupos de discusión para llevar a cabo las tres fases de las que consta el programa. En estas terapias grupales, los jóvenes y sus padres discuten por separado cuestiones como las creencias erróneas de las consecuencias del consumo de drogas o bien, en el caso de los padres, «el desconocimiento sobre hábitos de vida de sus hijos».

En dos años de trabajo, Laly Ramírez hace balance y destaca que el programa sólo es eficaz «si los padres y madres se implican verdaderamente, ya que son un modelo fundamental de aprendizaje para sus hijos aunque no siempre se den cuenta de ello».