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El cigarrillo envejece la piel
Fecha: 19.05.2007 Fuente: www.portafolio.com.co

Foto: Jupiter
Arrugas alrededor de los labios y los ojos, falta de brillo y palidez son ocasionadas por el hábito de fumar. Al dejarlo, la piel se desintoxica.

 

Además de aumentar al doble las probabilidades de morir a causa de ataques cardiacos y de afectar prácticamente todos los órganos del cuerpo, el cigarrillo también ataca la piel.

¿Las consecuencias? Arrugas prematuras, falta de luminosidad, piel de color grisáceo y opaca. Eso sin contar con que el gesto de aspirar el cigarrillo obliga a contraer los músculos de alrededor de la boca, lo cual produce arrugas conocidas como el ‘código de barras’. Pero no son las únicas: cada vez que se da una fumada y se desprende humo del cigarrillo, los músculos del contorno de los ojos se contraen y aparecen las famosas patas de gallo.

¿Y qué es lo que hace el tabaco en la piel? La nicotina provoca la vasoconstricción de los vasos sanguíneos de la dermis y, como resultado, viene la disminución del oxígeno celular y con ello el envejecimiento de la piel se acelera. También se aumenta la agregación plaquetaria, la viscosidad de la sangre, a la vez que se disminuye la síntesis de colágeno. Y es que fumar un solo cigarrillo produce vasoconstricción de los vasos sanguíneos cutáneos durante 90 minutos. Así que una persona que fuma un paquete diario mantiene su piel hipóxica (con falta de oxígeno) durante casi todo el día, sus células no reciben el oxígeno necesario para el metabolismo y se deterioran. Ese daño en la dermis hace que las fibras de elastina de los fumadores sean más gruesas y fragmentadas, y que disminuya la síntesis de colágeno, con un solo resultado: envejecimiento prematuro.

El dermatólogo Andrés Grueso afirma que el cigarrillo produce alteración en la vascularización de la piel: la contracción de los vasos sanguíneos y, a largo plazo, ateroesclerosis. “Y como la vasculatura está alterada, se ve sin brillo y de mala calidad”.

Contrario a lo que se cree, según el experto, la piel no se nutre de afuera hacia adentro sino al contrario, por medio de los vasos sanguíneos. Eso sin contar con que en los fumadores se produce menos colágeno y elastina. “El cigarrillo tiene un montón de sustancias nocivas que afectan todos los órganos y obviamente la piel, que es el más grande de todo el cuerpo”.

HAY MÁS…
En las personas fumadoras que tienen la piel normal o seca, esta suele verse mate y con arrugas. El olor del tabaco no se suele impregnar en este tipo de pieles.

En personas fumadoras que tienen la piel grasa/mixta, o bien sensible y reactiva, suelen aparecer poros dilatados y obstruidos, porque las partículas de alquitrán que lleva el humo del tabaco se depositan en los poros. Las consecuencias son los puntos negros porque el contacto de la grasa de la piel con los agentes oxidantes del humo, da lugar a la oxidación de los lípidos y formación de comedones (puntos blancos y duros en la piel). También sufren falta de elasticidad y descolgamiento prematuro. El olor del tabaco impregna la piel, son personas que siempre huelen a tabaco.

La piel del contorno de ojos en ambos casos presenta arrugas prematuras, pues es más fina y acusa más los efectos perjudiciales de los radicales libres.

DEJAR DE FUMAR
Apagar el cigarrillo, definitivamente detiene el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de arrugas, que se originan por falta de oxígeno y presencia de radicales libres. La piel se mantiene más limpia y a los tres meses, los resultados se ven cuando va recuperando su color de manera progresiva.

Los poros se liberan porque ya no están en contacto con la suciedad del humo ni con su acción oxidante de la grasa. La piel aparece cada día más limpia y los poros más cerrados. La epidermis, según la experta en estética Felicidad Carrera, tiene por sí sola buena capacidad de recuperación y si se le ayuda con masajes y aplicación de toallas calientes, mucho mejor. Otro aspecto en el que hay que hacer énfasis es en la alimentación, pues luego de dejar de fumar hay personas que suben de peso.

Para evitar engordar, hay que tratar de comer racionalmente, evitando grasas, dulces y carbohidratos. Por ejemplo, si se siente la necesidad, los caramelos o chicles sin azúcar son un buen recurso. También comer frutas como : naranjas, fresas, manzanas y zanahorias.

Tomar agua aumenta la sensación de saciedad y limpia el organismo de la nicotina.

También, bajo vigilancia médica, se puede pensar en iniciar un programa de ejercicio. La mejor opción es caminar a buen paso. Al empezar no se recomiendan las actividades muy fuertes porque el sistema cardiovascular está deteriorado por el tabaco y hay que darle tiempo para que se recupere.

El ejercicio físico, además de gastar calorías, sirve de distracción, calma la ansiedad, brinda una sensación de bienestar y alivia los síntomas de depresión.

POR MENOS FUMADORES
El próximo 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, una buena oportunidad para dejar de fumar. El envejecimiento es solo una razón de vanidad pero qué hay del resto de consecuencias.

Para empezar, el tabaquismo ha sido identificado como la principal causa prevenible de muerte prematura en el mundo. Es responsable del 90 por ciento de los casos de cáncer de pulmón, 75 por ciento de bronquitis crónica y enfisema y el 25 por ciento de los casos de

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