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El alcohol y las drogas ilegales continúan siendo fieles compañeros de viaje de muchos jóvenes -en buena parte menores- que, cada vez más, aprovechan su tiempo de ocio para fumarse un porro o "colocarse" con un "katxi" de ron, vodka o Licor 43. Así lo pone de relieve el Plan sobre Drogas y Adicciones, que acaba de aprobar el Ayuntamiento de Vitoria. Sus autores aseguran además que en la capital alavesa apenas se persigue el consumo y la venta de sustancias estupefacientes.

Los datos recogidos en el documento no son nuevos, pero no por ello dejan de ser inquietantes. Así, el 70% de los adolescentes vitorianos de 12 a 18 años reconoce consumir alcohol los fines de semana, y un 45% admite haber probado el hachís.

Conocido el diagnóstico, el Ayuntamiento pretende poner en marcha medio centenar de medidas de prevención, asistencia y reinserción encaminadas a reducir el consumo de estupefacientes y el desarrollo de comportamientos adictivos en la capital alavesa. Y es que los responsables del plan tienen claro que la droga está al alcance de cualquiera. «La sensación es que en Vitoria no se respetan las normas legales relativas a la venta y consumo de sustancias psicoactivas. La oferta de drogas es amplia, variada y de fácil acceso y la normativa "antibotellón" tampoco ha conseguido los objetivos que pretendía», resume el documento, en cuya elaboración han colaborado diversos colectivos, como la Comisión Anti-Sida de Álava o la Fundación Jeiki, que lucha contra la drogadicción.

Implicación policial

Por ello, y pese a que se subraya «la sensibilidad e implicación de la Policía Local en el control de la oferta, sobre todo en los centros escolares», el informe recalca la necesidad de «aplicar con rigor las sanciones establecidas».

Los colectivos implicados en este campo, por el contrario, inciden en la importancia de la prevención y de la información. «Las drogas son un fenómeno socialmente aceptado y esto es lo más preocupante», señala la directora de la Fundación Jeiki, Olga Sánchez. «La información ha de ser lo primero», coincide Sejo Carrascosa, de la Comisión Anti-Sida.

Con todo, la prevención será uno de los ejes principales de la política municipal en esta materia. El Ayuntamiento persigue incidir, además, en todos los ámbitos -familiar, escolar, comunitario, juvenil y de ocio y tiempo libre- así como asistir, insertar y apoyar también a las personas consumidoras.

El plan contempla, por último. la posibilidad de habilitar en un futuro sendos recursos residenciales libres de drogas, dirigidos a la reinserción de drogodependientes adultos, por un lado, y de jóvenes de hasta veintiún años, por otro.