"Invertir en la salud y en tratamientos de deshabituación tabáquica es
lo más rentable para la administración, es mejor que invertir en curar
las enfermedades que genera el tabaco y además favorece el rendimiento
del trabajador en una empresa", estimó ayer Francisco Álvarez,
presidente de la Asociación de Neumologos de Andalucía Neumosur durante
la presentación de un documento de consenso para abordar el tabaquismo.
"Un tratamiento para dejar de fumar cuesta alrededor de 300 euros,
que no es más de lo que se gasta un consumidor medio al mes", afirma
Pedro Romero, coordinador del grupo de tabaquismo de Neumosur; y los
neumólogos consideran que una enfermedad pulmonar crónica, que en el
70% de los casos se atribuye al tabaquismo, cuesta por cada paciente
1.752 euros al año.
Neumólogos y consumidores piden a la
Administración que el sistema público de salud financie los
tratamientos de deshabituación tabáquica, además de exigir un mayor
cumplimiento de la ley de prevención del tabaquismo. En concreto,
reclaman que se prohíba fumar totalmente en los espacios públicos
cerrados y que se refuercen las medidas fiscales.
"Por cada 10%
que sube el precio de venta al público del tabaco, disminuye la
prevalencia de tabaquismo en los adolescentes entre un 7% y un 10%",
comentó Álvarez para avalar la subida de precios del tabaco y como
medida contra la iniciación a su consumo. Según el estudio, la
prevalencia de fumadores en 2007 es la misma que en 2003. "La ley de
prevención del tabaquismo de 2006 se ha quedado corta" opina.
En
el plan integral de tabaquismo en Andalucía se lee que hay dispuestas
18 unidades de deshabituación tabáquica distribuidas en distintos
hospitales de la comunidad. "Debe haber una en cada hospital, lo dice
en la ley: los médicos residentes de neumonía deben rotar por estas
unidades", plantea Álvarez.
La asociación ha criticado también el
número de inspecciones realizadas en España. "En nuestro país se
deberían haber hecho 350.000 inspecciones, 20 veces más de las que se
han hecho", aseguran los neumólogos.
En Andalucía, la competencia
para las inspecciones corre a cargo de la Junta en los municipios donde
no haya cuerpo de inspectores, y por un desacuerdo entre Salud y los
ayuntamientos, en Sevilla y Málaga nunca se han realizado inspecciones
en locales. Estaba prevista una reunión para solventar el problema el
pasado febrero, pero aún no se han tomado medidas.
"Salud es libertad, hay que respetar el derecho de un no fumador", concluye Álvarez.