La inhalación de pegamentos y solventes lamentablemente es una práctica habitual entre algunos niños y adolescentes en Santiago del Estero. Esta realidad determinó que los integrantes del Programa Provincial de Prevención contra la Drogadependencia y el Alcoholismo, el doctor Antonio Saín y la profesora Claudia Tarchini, redoblaran sus esfuerzos en la tarea preventiva, dando a conocer las graves consecuencias que provoca la inhalación de esas sustancias. No obstante, se debe remarcar que este programa viene trabajando desde hace años sobre este problema, apostando desde siempre a la prevención.
Al respecto destacaron que con el tema inhalantes no se trabaja de la misma manera que con la prevención de otras sustancias. «Hace ya algunos años unos adolescentes en una escuela reconocían que le daban al pegamento, porque aseguraban que no hacía daño», recordó.
Para Tarchini, lamentablemente esa es la idea generalizada y errónea en la mayoría de los chicos. Si bien reconoció que esas adicciones pueden estar relacionadas con la insatisfacción de las necesidades básicas, estacó que el consumo de los inhalantes está generalizado en menores con una situación particular, como los chicos que están en la calle porque no hay contención en sus familias.
Al mismo tiempo destacó que la franja de edad de los chicos afectados es muy baja; «se trata de niños muy chicos y apenas adolescentes», aunque cabe aclarar que esto no es excluyente. Como ejemplo de esas graves consecuencias, Saín y Tarchini rescataron de la crónica policial nacional la lamentable agresión de un joven padre a su pequeño hijo, a quien mató (y previamente obligó a inhalar sustancias), por efecto de la inhalación de pegamento.
Para Tarchini, los pegamentos son mucho más peligrosos que cualquiera de las otras drogas. A partir de esa realidad los responsables del programa provincial visitaron distintas localidades del interior haciendo prevención por el tema inhalantes y además para concretar la «II Encuesta Nacional de Estudiantes Secundarios sobre Drogadependencia». La prevención ante ese problema es muy específica, dado que no se habla de potenciales consumidores, sino de consumidores lisa y llanamente.
No obstante aclaró que no se trata de drogadependientes, porque los inhalantes no generan dependencia. Sin embargo remarcó que las consecuencias por el uso de esas sustancias es muy grave.
Como ejemplo destacó casos de jóvenes y adolescentes que mueren por paro cardíaco o respiratorio. Sin embargo lo más grave sería el desconocimiento de esas consecuencias por parte de los niños que «inhalan» y que en muchos casos toman esas prácticas como un juego más.
Para graficar la magnitud del problema los especialistas recordaron que allá por 1995, en una escuela primaria de Las Termas, los maestros reconocían que no sabían qué hacer «porque la escuela estaba llena de latitas de sardina, donde los niños quemaban el pegamento».
Lamentablemente quizás en los últimos años este problema se haya generalizado. Sin embargo esta realidad podría ser más grave si no se hubiera trabajado en materia de prevención.