Las iniciativas de prevención e información en materia de drogas no están teniendo los resultados esperados. Tres de cada diez escolares fuman, cuatro han ingerido alcohol 40 o más veces en su vida y el 10% consume cannabis de manera habitual. Las conclusiones de un informe emitido por el Ararteko, que incide en la idea de que “algo está fallando”, introducen datos aún más inquietantes. Por un lado, cada vez se empieza a coquetear a edades más tempranas con estas sustancias.

Por otro, los jóvenes admiten sin reparo que les resulta fácil acceder a ellas. ¿Falla la educación?, ¿Las campañas de concienciación?, ¿Qué se está haciendo mal? El que fuera director de Drogodependencias del Gobierno Vasco en los años duros de la droga en Euskadi, Javier Aizpiri Díaz, se muestra rotundo: la sociedad está fallando en muchos frentes. “La pregunta no es qué hay que hacer en prevención de drogas, sino qué hay que hacer en todos los niveles de la sociedad”, afirma contundente.

A este respecto, el último informe sobre el consumo de drogas emitido por la Unión Europea, además de ratificar los puntos expuestos por el Ararteko, alerta sobre el uso lúdico de una decena de sustancias psicotrópicas hasta la fecha desconocidas. El pasado año se notificó la existencia de 13 nuevas sustancias psicotrópicas, entre las que se incluían 11 nuevas drogas sintéticas y dos productos derivados de diversas plantas. “Son drogas muy tóxicas que producen mucho daño y mucho efecto, porque cuanto más químicas son, más primitivas”, señala el doctor Aizpiri, experto en la materia.

Tal y como recoge este informe, el uso de nuevas sustancias psicotrópicas, unido a los nuevos hábitos de consumo entre la población pueden tener implicaciones importantes en materia de salud pública. Al ya de por sí eterno y complicado reto de combatir las drogas, se le unen ahora dos elementos con los que no se contaba: el nuevo mercado en la red para la adquisición de nuevas sustancias y los nuevos hábitos de consumo que, aunque lentamente, avanzan y se corre el riesgo de que se consoliden.

‘CHEMICAL RESEARCH’ El persistente avance tecnológico no siempre es sinónimo de bienestar y desarrollo. Fiel reflejo de ello son las últimas tendencias en drogas químicas ,que en los últimos meses han adquirido una notoriedad hasta la fecha desconocida. Internet ha surgido como unnuevo mercado para el comercio de sustancias psicotrópicas que han sido bautizadas con el nombre de Chemical Research o RCs.

Estas nuevas drogas son sustancias de uso industrial, generalmente abonos químicos derivados de la anfetamina, que se elaboran en talleres legales y se comercializan a través de la red. A pesar ello, la asociación vasca de usuarios de drogas Ai laket! advierte de que si bien su uso es accesible para todos los usuarios de la red, su consumo no está tan generalizado “porque tienes que conocer bastante qué tipo de sustancia vas a buscar y dónde se comercializa”, apuntan.

Al no estar registradas como sustancias ilegales, sino para la comercialización, la adquisición está libre de cualquier tipo de sanción, a pesar de que en el Estado se han registrado ya dos fallecimientos, uno en Cantabria y otro en Catalunya, por la ingesta masiva de este tipo de sustancias legales. Pero, sin duda, el caso que más relevancia ha generado a nivel internacional se produjo el pasado mes de marzo, cuando dos jóvenes británicos de 18 y 19 años fallecieron a causa de un fallo cardíaco tras ingerir grandes cantidades de mefedrona, una sustancia de composición química similar a la anfetamina que se comercializaba como un abono para plantas.

“El problema es que con una cantidad muy pequeña tienes unos efectos muy grandes, por lo que consumir una cantidad elevada puede generar problemas como desmayos, comas y, en algunos casos, hasta la muerte,”, señalan desde Ai laket!. El último informe sobre consumo de drogas emitido por la Unión Europea ya alerta de los futuros retos que acarreará la difusión de las nuevas sustancias psicotrópicas. “Su control constituye un elemento cada vez más importante para identificar las nuevas tendencias en materia de drogas”, advierten.

EL RIESGO DE MEZCLAR.

Tal y como confirman los resultados de las pruebas realizadas en diferentes puntos de la geografía vasca por la asociación Ai laket!, entre las drogas habituales en los espacios de ocio de Euskadi existen diferentes mezclas que tienen más peligro que otras, sobre todo, por el desconocimiento de los efectos de cada una de ellas. “Los problemas vienen al mezclar estimulantes con depresores o alucinógenos con depresores que potencian mucho más alguno de los efectos. En otros casos, dependiendo de la mezcla, los hace desaparecer”, afirman. Una de las combinaciones que más se está registrando entre los usuarios es el consumo mixto de cocaína con ketamina, también conocido como Calvin Klein o Cokreta. Pese a que los nombres que recibe en la calle pueden resultar ocurrentes e, incluso, divertidos, los expertos coinciden en que sus efectos no lo son.

La ketamina es un anestésico apreciado por sus propiedades disociativas en lo que a su consumo lúdico se refiere. Es tan poderosa que inhibe la percepción de los efectos de cualquier otra droga antagonista, por lo que consumirla junto con sustancias como la cocaína, además de carecer de sentido, incrementa de manera notable el riesgo de dañar el organismo. “Si ya de por sí se desconoce bastante sobre estas sustancias, el desconocimiento de sus efectos en combinación con otros compuestos es mucho mayor. La suma de unos efectos con otros aumenta mucho más el riesgo que si son consumidas por separado”, advierten desde Ai laket!.

Otra de las prácticas detectadas entre los consumidores es la de combinar (en bombetas, vía oral envuelto en papel de liar o esnifado) el llamado cristal o MDMA con speed con el objetivo de endulzarlo y conseguir así una mayor sensibilidad y receptividad a los estímulos. Algo totalmente contradictorio, según afirman desde Ai laket!, puesto que el speed anula la sensibilidad del MDMA, aumentando el riesgo de sobreexcitación y de deshidratación.

NUEVAS DROGAS, VIEJOS RETOS

Tal y como recoge el último informe de la Unión Europea, el reto a superar de cara a los próximos años es manifiesto: detectar y perseguir las nuevas sustancias psicotrópicas que aparezcan en el mercado, porque “aparecerán”. “Se puede afirmar con seguridad que seguirán apareciendo nuevas sustancias de diferentes grupos químicos en el panorama de la droga que serán difíciles de detectar entre la población”.

A este respecto, los datos hechos públicos ayer mismo por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, invitan, pese a constatar el notable aumento en el consumo de drogas, al optimismo. En el año 2009 las decomisaciones de drogas de diseño aumentaron respecto a año

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