Cecilia Yáñez. La Nación
El consumo de drogas y alcohol es un flagelo que ha penetrado en toda la sociedad, mundo laboral incluido. Por esta razón, no son pocas las empresas que como parte de su proceso de selección realizan exámenes de detección, pero también hay otras que han incorporado como parte de sus políticas corporativas la prevención del consumo de estas sustancias.
Generalmente se trata de empresas grandes o que por su naturaleza, tienen un alto riesgo asociado a su labor, explica Olga Figueroa, encargada del programa de prevención laboral de Conace.
Entidades como Codelco, el Servicio Nacional de Aduanas y algunas líneas aéreas realizan estos tests a sus trabajadores.
Para Conace, los exámenes de control de drogas son viables siempre y cuando sean parte de una política integral, porque además es necesario incluir la prevención, promoción de la salud y la capacitación de los funcionarios que no consumen. “Es importante que estos trabajadores puedan rehabilitarse y reinsertarse en su fuente laboral”, señala Figueroa.
En los lugares donde se aplica, el examen actúa como disuasión para las personas que puedan estar consumiendo en forma ocasional. De alguna manera es dar una señal respecto de la preocupación de la empresa por el tema. En ese contexto la medida tiende a disuadir, pero no es preventiva.
Una oportunidad
En Codelco, por la naturaleza del trabajo, siempre ha existido un régimen de alcohol, pero hasta antes de la nueva “Política Corporativa sobre Alcohol, Drogas y Tabaco” el tema era más bien abordado como persecución y represión, explica, Daniel Sierra, gerente corporativo de Relaciones Laborales y Calidad de Vida.
“Hoy lo que se busca es tratar estas adicciones como una enfermedad y darle una oportunidad al trabajador, porque bajo ningún caso, se despide de la empresa”, dice Sierra. Desde enero del año pasado y con el apoyo de los trabajadores, poseen una reglamentación que se hace cargo de estos flagelos, que incluye además de la promoción e información, exámenes de orina, aleatorios y voluntarios que consideran preventivos.
“Hemos comenzado a hacer controles aleatorios en toda la corporación y pretendemos testear al 5% de los trabajadores, esto es alrededor de 800 o mil personas de los 15 mil trabajadores”, dice Sierra.
Si un trabajador arroja un resultado positivo, se le trata, rehabilita (médicos, sicólogos e internación si es necesario) y vuelve a trabajar. Si se niega, se interpreta “sólo como un llamado de alerta”.
Según Sierra, entre un 15 y un 20% de los accidentes que tiene la corporación tienen relación con el consumo de alcohol y drogas.
“El espíritu no es hacer una caza de bruja, no queremos despedir trabajadores. Si una persona es despedida del trabajo se queda sin incentivo y es más difícil que salga de su adicción si se le niega la oportunidad”, dice.
El resultado de la política ya tiene a varios trabajadores en rehabilitación. Cerca de 15, han sido detectados y si ellos lo piden, se reserva la identidad a sus pares y superiores.
Una muestra de lo que ha sido la preocupación de la empresa por el bienestar de los trabajadores es el número de psicólogos que han sido contratados: en los últimos años, son los profesionales que más se han integrado.
Raimundo Espinoza, presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre, reconoce que la incorporación de esta política no ha sido fácil, pero que es la única forma en que se puede avanzar respecto al tema. “No hay que verlo como una amenaza sino como una oportunidad”, dijo. LN
--------------------------------------------
Tipos de examenes
El examen usual para detectar el consumo de drogas es el análisis de orina, el cual permite establecer el uso de sustancias en un pasado reciente. Sin embargo, no puede señalar si la persona estaba bajo la influencia de la droga al momento de la muestra o la severidad de su consumo. También se puede detectar drogas en la saliva, la sangre, el sudor y el pelo.
-----------------------------------------------
