Más de 2.000 jóvenes, de entre 15 y 25 años, practican de forma habitual el "botellón" los fines de semana en Bilbao. Este es uno de los datos analizados ayer por la comisión organizada por el Ayuntamiento para evaluar el problema del consumo de alcohol en la calle. Al término de su primera reunión, el director de Salud y Consumo, Javier Orduna, confirmó lo que los expertos ya sabían: que no basta con reforzar la vigilancia policial y las labores de limpieza para atajar un fenómeno de raíces sociales y educativas.

Con el fin de «profundizar en el conocimiento del problema antes de abordarlo», el Consistorio ha reunido en un mismo foro a las concejalías que tienen algo que decir sobre este «complejo» asunto. Finalmente, la comisión ha dado cabida a representantes de Obras y Servicios, Salud y Consumo, Acción Social, Educación y Deportes, Relaciones Ciudadanas, Seguridad Ciudadana, Cultura y Urbanismo. La misma nomenclatura de los departamentos da una idea del alcance del fenómeno.

Las estadísticas

Como «punto de partida», estudiaron estadísticas ofrecidas por la socióloga de la Universidad de Deusto Teresa Laespada. La asesora de la comisión calcula que en Bilbao la mitad de su juventud, unas 35.000 personas, se reúne en torno al "botellón" al menos una vez año. De esta cifra, «entre un 6% y un 10%» lo practica todos los fines de semana, presumiblemente, como «forma de socialización».

La experta esbozó el perfil del consumidor: «el sabor del alcohol solo no les gusta. Prefieren mezclas o licores dulces de alta graduación para colocarse». Consciente de que «no hay solución a corto plazo», el Consistorio seguirá «paliando» con la Policía Municipal y la limpieza el ruido y la suciedad que genera el "botellón" para el resto de la vecindad.