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El 9% de los presos españoles (unos 5.000) toman drogas, a pesar de estar prohibido su consumo y vetada su entrada, según una encuesta hecha pública ayer por el Plan Nacional sobre Drogas. La investigación, realizada entre casi 5.000 internos de los 77 penales de España, revela que el uso de estas sustancias, salvo el de alcohol (no permitido en la cárcel) es cuatro veces mayor que entre la población general. El cannabis, con un 27,6% de consumidores, los tranquilizantes sin receta (9,1%) y la cocaína (5%) son las drogas que más se gastan en las prisiones españolas. No obstante, según la ministra de Sanidad, Elena Salgado, las cifras han mejorado en relación con la anterior encuesta realizada en el 2000. El consumo de heroína ha bajado un 12,1%; el de cannabis, un 5%, y los de éxtasis y alucinógenos, un 2%. LOS EFECTOS Para Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Penitenciarias, las detecciones periódicas y los efectos en algunos internos demuestran que en la cárcel sigue entrando droga y que estos recintos son permeables. "Hay visitas de familiares, contactos, permisos... No podemos tener un sistema inhumano e impenetrable como en el siglo XVIII", explicó Gallizo. La directora general anunció que el Gobierno destinará 900.000 euros con cargo al Fondo de Bienes Decomisados para reducir la oferta de droga en las cárceles. Precisó que "para ser más eficaces" se mejorarán los sistemas tecnológicos, con los últimos avances, para detectar la entrada de sustancias ilegales en el interior de las centros penitenciarios. MÁS FUMADORES La encuesta muestra que el inicio del consumo de drogas en prisión es poco frecuente y se sitúa en el 3%. También pone de manifiesto que los reclusos extranjeros (el 30,6% del total), hacen menor uso de las drogas. A modo de ejemplo, el consumo de heroína entre los presos extranjeros es residual y fuma el 54% frente al 82% de los españoles. Salgado anunció que el consumo de tabaco seguirá estando permitido en las cárceles en los lugares especialmente habilitados, pero anunció que de manera inmediata se pondrán en marcha programas de deshabituación para que quien lo desee intente dejar de fumar. TRATAMIENTOS El abordaje de las drogodependencias es difícil en la cárcel, pero, según la titular de Sanidad, se están poniendo los medios para que ningún intento sea desatendido. Según datos oficiales, un 30,5% de los reclusos (unos 19.000) han estado alguna vez en tratamiento dentro de la prisión y la mayoría de ellos (15.500) valoran positivamente la atención recibida. El 21% (12.800) del total de internos está siendo tratado en la actualidad. Salgado anunció que para mejorar la atención, el Plan Nacional sobre Drogas dedicará este año 4,5 millones de euros. |
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