Fabiola Czubaj/La Nación/GDA
EL UNIVERSAL
En los adolescentes, fumar eleva el riesgo de comenzar a escalar una espiral adictiva hacia otras sustancias, como la mariguana y otras drogas. Así lo precisa un estudio para determinar a qué edad empieza el consumo de tabaco y alcohol con respecto a las restantes drogas realizado en Argentina.
Un grupo de especialistas en tabaquismo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Red Tabaco o Salud de la ciudad de Buenos Aires realizó una encuesta entre mil 279 alumnos de 37 colegios secundarios porteños.
Hallaron que los fumadores sentían 8.6 veces más curiosidad de probar la mariguana y 12.2 veces más curiosidad de probar drogas duras, como la cocaína, que los no fumadores.
"Las adicciones comienzan hoy muy precozmente y están ligadas entre sí; el tabaco es uno de los iniciadores, si no es que la verdadera puerta de entrada", afirma el doctor Isidoro Hasper, autor principal de este estudio presentado en la última Conferencia Mundial sobre Tabaco o Salud, en Finlandia, y director de la especialidad de Neumología de la UBA.
"En el consumo, el primer paso es probar una droga; el segundo, consumirla más o menos regularmente y el tercero, la adicción franca", señaló.
Según la literatura científica publicada, destacan los autores de esta investigación, el consumo de todas las drogas tiene un origen común: el tabaco.
En el estudio, 35.2 por ciento del total de estudiantes entrevistados fuma; las mujeres más que los varones (39.1 por ciento contra 31.9 por ciento ), aunque con diferencias en la cantidad diaria de cigarrillos.
Entre ellos, 41 por ciento era fumador "liviano" (menos de 10 cigarrillos diarios), y 61.5 por ciento , "pesado" (más de 20 cigarrillos); 59 por ciento de las chicas dijo consumir por debajo de 10 cigarrillos al día, y 38.5 por ciento , más de 20.
Si bien los investigadores hallaron que fumar tiende a ser un hábito más común entre las mujeres, ellas son menos proclives que los varones a consumir otras drogas adictivas, salvo cuando se convierten en fumadoras consideradas "pesadas".
Según el estudio, seis de cada 10 de estas chicas dijeron que fumaban mariguana, y cuatro de cada 10 consumían otro tipo de drogas.
La pregunta original que motivó la investigación fue ¿por qué se empieza a fumar? Para la mayoría de los chicos los amigos fueron determinantes. "Que los amigos fumen es un condicionante para comenzar a fumar", dice Hasper "más que si fuman los padres y el resto de la familia." De ahí que los expertos hayan observado que la proporción de fumadores descendía abruptamente entre los chicos con amigos no fumadores. "Cuando sólo una minoría de los amigos fuma, hay una pequeña probabilidad de comenzar con la adicción", explica el neumólogo: "Cuando en el grupo de amigos la mayoría fuma, la proporción aumenta, pero cuando todos fuman, la probabilidad llega a 50 por ciento ." Y este mismo fenómeno de contagio se dio entre estudiantes universitarios de Medicina, por increíble que parezca. "El hábito de fumar se comporta casi como una enfermedad transmisible, lo mismo ocurre con el alcohol y las demás drogas", agrega.
Objetivo: primer año
Este escenario llevó a los investigadores a estudiar el comportamiento con respecto al tabaco, el alcohol y las drogas en alumnos secundarios de primer año. "Nos dimos cuenta de que pasaba lo mismo que en el penúltimo año del secundario, aunque en menor proporción", describe Hasper.
Según la segunda encuesta a mil 391 estudiantes de primer año de 37 colegios porteños, 22.2 por ciento de los chicos fuma entre uno y 35 cigarrillos diarios. Cinco de cada 10 había intentado sin éxito dejar de fumar, y 6.8 por ciento dijo que bebía alcohol todos los días.
Al medir la relación entre el consumo de dos o más drogas, los investigadores hallaron que 40.3 por ciento de los fumadores había bebido en exceso al menos una vez en el último año. De ellos, 11.8 por ciento había probado alguna droga: 45.7 por ciento , más de tres veces.
En ambas investigaciones se halló una mayor relación entre el consumo de tabaco y de alcohol, mariguana y otras drogas. En los chicos de primer año, las adicciones eran principalmente al tabaco y el alcohol, mientras que en los de cuarto año aparecieron las drogas. "El 13 por ciento de los que alguna vez probaron alguna droga la siguen consumiendo, mientras que los que probaron mariguana tenían 35 veces más riesgo de probar drogas duras", explica Hasper.
El grupo de trabajo cotejó todos estos resultados con publicaciones internacionales y observó tendencias similares. "Es un hecho epidemiológicamente `cierto`, que se da en todas las sociedades", dice Hasper. "Si pudiéramos evitar que los chicos empiecen a fumar, cuánto éxito tendríamos en la prevención del consumo de alcohol y de mariguana."
Perjudicial para la salud
Para el especialista, que coordina la Comisión de Tabaco y Salud de la Facultad de Medicina de la UBA, el origen del problema es claro: el tabaco tiene auspiciantes y publicidad, mucha publicidad.
"Es como bien dice con letras pequeñas en las cajetillas: `el tabaco es perjudicial para la salud`, aunque ese es un término tal vez demasiado benigno, porque la mayoría de la gente reconoce que es malo, pero no tiene conciencia del daño que puede provocar: las enfermedades, menor calidad de vida o accidentes, como los incendios", reflexiona el doctor Hasper.
Los fumadores tienen en promedio un riesgo 20 veces mayor que los no fumadores de sufrir cáncer de pulmón. Esta cifra es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados y de años de la adicción.
Los chicos que siguen fumando lo hacen por el nivel de adicción que sobreviene después de un tiempo. "Es difícil salir de una adicción química. Los resultados, muchas veces, no son todo lo exitosos que uno quisiera. Por eso, se impone la prevención educativa en todos los niveles. Hay que tener en cuenta que la deserción escolar es muy alta y lo que no quedó bien grabado en el nivel inicial y primario puede no tener otra oportunidad de ser sembrado."