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La fiebre por dejar de fumar se diluye cuatro meses después de la aplicación de la ley
Fecha: 05.05.2006 Fuente: actualidad.terra.es

El aire del globo contra el tabaco empieza a escaparse por los cuatro costados. La fiebre mostrada por muchos fumadores para dejar un hábito nocivo para su salud ha descendido de manera importante cuando se van a cumplir los cuatro meses de la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco

La normativa, que fue acogida con gran expectación tanto por los fumadores como por los que no tienen esa adicción, ha sido positiva en muchos aspectos, pero no ha logrado toda la eficacia que se pretendía. El tabaco sigue muy presente en la vida cotidiana. En las grandes empresas la ley se cumple, pero en las pequeñas es más fácil vulnerarla y se fuma a escondidas o de forma abierta.

Expertos consultados indican que ha habido un drástico descenso de la petición de productos para dejar de fumar si se compara las ventas actuales con las registradas a principio de año. Las consultas en las farmacias para saber cómo se puede abandonar el tabaco también han descendido considerablemente. La petición de ayuda especializada para superar la adicción a la nicotina se encuentra estabilizada, con unas cifras de solicitudes de pacientes similares a las de hace uno o dos años. Aunque la venta de tabaco bajó un 5 por ciento, aproximadamente -mucho menos de lo esperado por las autoridades sanitarias-, en el último mes ha habido un incremento que se cifra en un 16 por ciento.

"Yo suspendo a la nueva ley, porque ha sido un auténtico fiasco en el ámbito social, lo que debilita sus efectos en mundo del trabajo", afirma el especialista en medicina preventiva y responsable de la unidad de deshabituación del tabaco de la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer, Salvador de Oña. Este médico, que cuenta con una amplia experiencia profesional en la lucha contra el tabaco, considera que, tras unas primeras semanas de grandes deseos por parte de los fumadores de superar su hábito, se ha vuelto a la normalidad. "Muchos trabajadores me dicen que se fuma en el interior de sus empresas, lo que indica una relajación de la ley. Y es que la normativa se cumple en las grandes empresas, pero con bastante más dificultad en las pequeñas, sobre todo si el dueño es fumador", subraya el doctor de Oña.

Otro factor a tener en cuenta es que la nicotina tiene un gran poder adictivo, por lo que no es fácil dejar el tabaco de un día para otro. A principios de año, y ante la entrada en vigor de la nueva ley, un número importante de fumadores decidieron apartarse de su nocivo hábito. Para ello buscaron los medios que encontraron a su alcance: parches de nicotina, consejos médicos y farmacéuticos, terapia de relajamiento, ayuda psicológica o, simplemente, fuerza de voluntad. Sin embargo, cuando chocaron de bruces con la realidad se dieron cuenta de que no es tan fácil salir del círculo vicioso del tabaco y volvieron a recaer en su consumo.

La aplicación de la ley, con la prohibición de fumar en los centros laborales, hizo pensar que el consumo de tabaco iba a bajar drásticamente, pero no ha sido así, según confirman distintos expertos, que reconocen que sí ha habido una disminución del hábito tabáquico, aunque muy por debajo de las esperanzas puestas en la nueva normativa.

"El espíritu de la ley era defender a los no fumadores. Sin embargo, esa protección no es tal, porque sigue siendo muy fácil fumar en muchos lugares públicos, sobre todo en bares, cafeterías, pubs y restaurantes", comenta el doctor Salvador de Oña. No hay que olvidar que la inmensa mayoría de los locales de hostelería de menos de 90 metros cuadrados permiten fumar en su interior, lo que facilita el consumo de tabaco entre la población.

"En estos momentos, se puede fumar sin restricción. El efecto de la ley es más débil de lo que se previó en un principio", recalca el responsable de la unidad de deshabituación del tabaco de la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer. En la práctica diaria es muy fácil encender un cigarrillo en distintos locales. Los trabajadores no fuman en sus empresas (en las que se cumple la norma, porque en otras el tabaco sigue presente), pero lo hacen cuando acuden a un bar o una cafetería a desayunar, tomar el aperitivo o merendar.

La petición de ayuda especializada para superar la adicción tabáquica se encuentra estancada después del aumento de solicitudes que se produjo a principios de 2006. Igualmente, han bajado a la mitad las consultas que los usuarios formulan en las farmacias sobre los productos y las formas de dejar de fumar, según explica el vocal de comunicación del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Leandro Martínez. «Estamos apreciando un claro decaimiento de las consultas que nos hacen si las comparamos con las registradas en enero. Gran parte de la gente que nos pide información quiere dejar el tabaco no por la nueva ley, sino porque considera que le va a resultar beneficioso para su salud», señala Martínez. A su juicio, "la fiebre habida a principios de año se debió a que la gente creía que no iba a poder fumar en ningún sitio, pero al comprobar que la situación no es tan dura, decide seguir con el tabaco".

La prohibición de fumar en los puestos de trabajo ha sido beneficiosa para la salud, independientemente de su grado de cumplimiento. Los propios fumadores reconocen que ahora su consumo de cigarrillos diario es menor que hace cinco meses.

Donde sí que se cumple la prohibición es en los centros sanitarios, según comentan trabajadores del SAS. "Antes era frecuente ver a gente con un cigarro encendido en un centro de salud o un hospital, incluso entre el propio personal sanitario; ahora los fumadores salen fuera del recinto cuando sienten la necesidad de encender un pitillo", explica un médico de familia.

Terra Actualidad - Vocento/VMT

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