La Guardia Civil informó de la detención de J.G.T.B., de 36 años, y D.B.J.J., de 32, como presuntos autores de un delito contra la salud pública tras descubrir los 370 kilos de sustancias distribuidas en más de 2.000 envases en tres registros efectuados en Sitges (Barcelona). La mayoría de los medicamentos, importados de Estados Unidos, estaban etiquetados en inglés, sin traducir las indicaciones sobre los efectos secundarios y carecían del registro sanitario y autorización para su comercialización.
El grupo del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), en colaboración con la dirección general de Recursos Sanitarios del departamento de Salud de la Generalitat, comenzó la operación a finales del pasado año, después de comprobar que se comercializaban en Internet sustancias que podrían ser ilegales. Antonio García-Avilés, miembro del equipo de investigación del SEPRONA, explicó que "en el marco de la operación se han intervenido 370 kilos de medicamentos, en su mayoría anabolizantes, además de 250.000 dosis de diversa medicación que carecía de cualquier tipo de registro sanitario".
Según el representantes del SEPRONA, "estos medicamentos procedían en su mayoría de Estados Unidos, entraban en la Unión Europea por Holanda y a través de una empresa de paquetería llegaban a una empresa que los distribuía vía Internet por todo el territorio nacional". La mayor parte de los medicamentos incautados, según Antonio García-Avilés, se destinaban a gimnasios "ya que sirven, por un lado, para la potenciación muscular, y, por otro, para la pérdida de peso".
La distribución de los productos se realizaba mediante Internet o bien mediante un número telefónico de prefijo 902 al que las personas que habían visto la publicidad en Internet llamaban para pedir medicamentos. "La distribución se hacía sin ninguna receta medica y sin asesoramiento médico", según García-Avilés, quien añadió que "eran los propios teleoperadores del 902 los que asesoraban a los clientes, recomendando dosis superiores a las necesarias, posiblemente para que el producto no les durase mucho tiempo y tuviesen que comprarlo más frecuentemente".
Precios por las nubes
Los productos se comercializaban a un precio 20 veces superior al que los detenidos lo compraban. Según el representante del SEPRONA, "además de productos para adelgazar, como quemadores de grasa, se encontraron medicamentos que activan las hormonas de crecimiento o la testosterona, y complejos vitamínicos en dosis superiores hasta un 5.000% de las recomendadas para consumo humano".
Todos los productos incautados "carecen de registro sanitario de la Agencia Nacional de Medicamentos, y la empresa tampoco tiene autorización para la comercialización, distribución y venta de estos productos", según Antonio García-Avilés, que recuerda que los cargos contra los dos detenidos son un presunto delito contra la salud publica, contrabando e intrusismo profesional. Según el SEPRONA, estos productos no habían pasado ningún ensayo clínico en España ni tampoco en Estados Unidos, de donde se importaban.
La operación que ha llevado a cabo la Guardia Civil todavía no se ha dado por cerrada y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones. "El hecho de que la distribución se realizase mediante Internet puede significar que los productos hayan llegado a diversos puntos del Estado. No descartamos que esta empresa haya comercializado con diversos gimnasios en el territorio nacional", dijo Antonio García-Avilés.