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El "éxtasis" escapa de su crisis.
Fecha: 23.06.2010 Fuente: DROGOMEDIA.COM

Fuente foto: mural.uv.es
Ha regresado a las discotecas y a las "raves". Ha recuperado su protagonismo en las llamadas de fin de semana al camello de confianza. El éxtasis, el MDMA o el "cristal".

Javier Oms

Sea cual sea el nombre de guerra que se quiera utilizar, lo cierto es que una de las drogas ilegales más consumidas en las noches españolas ha hecho lo que las famélicas economías de muchos países ya querrían para sí: escapar de su particular crisis.

Tras años de presencia ininterrumpida en el mercado negro, a finales de 2008 tanto consumidores como organismos de control detectaron una súbita caída en su disponibilidad y un aumento preocupante en su adulteración. Un panorama al que el barcelonés Óscar -nombre ficticio-, que lleva 15 años consumiendo éxtasis, nunca se había enfrentado. "De tardar como máximo un mes en encontrar producto de calidad, pasabas a estar medio año para localizar algo decente".

En la misma situación se encontró Ricard, quien además de "no haber visto algo igual en los cuatro o cinco años que hace que consumo", detectó "una subida en el precio -de 50 a 60 euros el gramo- y un aumento de la manipulación", tal y como señala en conversación telefónica.

El ocaso en la distribución y la composición también fue detectado por la ONG Energy Control (EC), pionera en la reducción de riesgos por consumo de drogas gracias a la ecuación de "Si vas a consumir, al menos ten toda la información posible". Formada por educadores sociales, psicólogos, médicos, químicos o farmacéuticos, EC se ha convertido en un faro sobre las tendencias del mercado por su larga experiencia en la prevención de riesgos. Un currículum que incluye la constatación hace año y medio de una bajada notable en el número de usuarios que se acercaban con muestras de éxtasis a su oficina en el barrio barcelonés de Gràcia y a sus puntos de control en las "raves". Una crisis que, según Mireia Ventura, responsable del servicio de análisis de sustancias de EC, respondía a "las dificultades para acceder a los precursores químicos -los productos utilizados para fabricar la droga- y que abrió la puerta a una mayor adulteración" y, por tanto, a un mayor peligro.

Fue precisamente desde EC desde donde se lanzó a través de un informe una señal de alarma hacia un producto que, de contener MDMA -principio básico de la droga- en más del 90% de las muestras analizadas, pasó a convertirse en el primer semestre de 2009 "en un fraude comercial". Un producto sin MDMA pero con sustancias como el mCPP mezclado con lidocaína, fenacetina o la metoclopramida, cuyos efectos combinados sobre la salud "todavía son desconocidos".

La caída en la calidad del producto no pasó desapercibida para los consumidores que se molestaron en comprobarlo. Ricard, quien tras asumir los riesgos prefiere "saber qué voy a consumir y qué efectos va a tener sobre mí", dejó de comprar éxtasis durante un año por la desconfianza que le generaba el mercado.

Desde hace más de un mes, sin embargo, "se ha vuelto a la normalidad", apunta Ventura. Sea por decisión de quienes manejan a su antojo el mercado negro, sea por la llegada de la temporada estival o bien por un mayor acceso a los precursores, lo cierto es que en Barcelona, Madrid o ciudades de Andalucía "se ha vuelto a los niveles de 2008, tanto en cantidad como en calidad". La adulteración del producto ha vuelto a disminuir y, por tanto, quienes quieren seguir drogándose saben, al menos, que los riesgos que corren son los de siempre.


Abrir la puerta a desconocidos

Energy Control insta a que se estudie al máximo la Mefedrona y otras RC antes de fiscalizarlas y “saber cómo atacarlas”

Dejar de consumir, como hizo Ricard, no obstante, es un hábito poco habitual entre quienes, pese al peligro, van a seguir drogándose como parte de la fiesta. Y fue, precisamente, la falta de MDMA en el mercado la que abrió la puerta a la búsqueda de alternativas mucho más dañinas que una droga que el Ministerio de Sanidad detectó en el 1,1% de las muertes vinculadas con el consumo de drogas psicoactivas en 2007, según los últimos datos accesibles en la web del Plan Nacional sobre Drogas.

"La gente con la que te encontrabas en las "raves", a falta de éxtasis, empezó a consumir ketamina o speed", asegura. Un cambio de producto que, además de "acabar con la sensación de alegría que se percibía antes y crear un ambiente enrarecido", disparaba los riesgos entre quienes pasaron a consumir unos sustitutos sin contemplar que "cada droga tiene su dosificación y sus efectos".

La misma "desaparición de la armonía" detectó Óscar en las discotecas, al tiempo que llegaba a los bolsillos de los camellos un sustituto ofrecido como éxtasis y que es mucho más peligroso por la falta de información existente: la Mefedrona. "El MDMA, pese a sus riesgos, está muy estudiado, pero la mefedrona es mucho más peligrosa porque todavía no se sabe mucho sobre ella".

Ofrecida como abono para plantas a través de internet, la "Mefe" -rebautizada "meow-meow" o "M-Cat" en Reino Unido y los países nórdicos-, ha logrado hacerse un hueco con rapidez en el mercado español a base de ser vendida como un sustituto del éxtasis. Un aterrizaje que demuestra cómo "el mercado ilegal de drogas es capaz de introducir sustancias con gran rapidez" y que funciona en España pese a las informaciones, puestas en duda recientemente, de que está relacionada con al menos dos muertes en Reino Unido.

La Mefedrona forma parte de las Research Chemicals (RC), las nuevas drogas de diseño que logran ganarse a su audiencia, precisamente, cuando escasean las viejas conocidas como el MDMA. Además, hasta el momento sigue tratándose de una sustancia legal en España, al contrario de lo que sucede en Reino Unido, donde la alarma mediática por su supuesta relación en la muerte de dos adolescentes llevó al gobierno laborista de Gordon Brown a ilegalizarla a golpe de titular.

"Ahora es muy importante que podamos conocer bien sus efectos, las dosis e informar lo máximo posible a quien vaya a consumir". Esa es la fórmula que esgrime Nuria Calzada, coordinadora de Energy Control, y quien teme que su ilegalización en España pueda ser contraproducente. "Lo prohibido despierta el morbo" entre los consumidores, quienes "si se quieren drogar, lo harán de todas maneras", aunque completamente a ciegas si no se permite a los expertos realizar "un seguimiento de sus efectos".

Hasta EC han llegado desde 2009 varias muestras de "Mefe". Una sustancia cuyos efectos, como recuerda Ventura, "todavía no se han comprobado ni en animales" y que, hasta el momento, saben que tiene una dosificación diferente al éxtasis. Así lo constata quien la ha probado y quien, pese a admitir "ciertas similitudes" con el éxtasis

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