Jorge Sánchez Franco
Publicado en Diario Médico www.diariomedico.com en marzo de 2004
"La mayor parte de la población con dependencia a la heroína está en tratamiento con metadona", ha afirmado Alfonso Vázquez, experto en adicciones del Centro de Atención Integral a Drogodependientes de Colmenar Viejo, donde se trata la dependencia de manera ambulatoria. Por esta razón, "es muy habitual ver heroinómanos en estos centros sanitarios".
Este segmento de la población "está localizado y controlado hoy en día", gracias a los programas de tratamiento con metadona, que constituyen una "alternativa terapéutica posibilitadora de un seguimiento a muy largo plazo", algo que no ocurre con otras sustancias adictivas. Se trata de "una de las consecuencias lógicas de una eficaz política de intervención, mantenida desde 1995". Gracias a esto "se está logrando alejar a los heroinómanos de los lugares de consumo habituales".
Por otro lado, la reducción de las urgencias por sobredosis de heroína "se ha debido fundamentalmente al cambio del perfil del heroinómano", donde predomina la heroína fumada. "Es un perfil más higiénico, pero no está exento de riesgos", con repercusiones pulmonares bastante importantes.
Sin embargo, aunque no es alarmante, la administración endovenosa sigue existiendo. En este sentido, "aunque ha calado la necesidad de controlar las jeringuillas, siguen existiendo deficiencias importantes al respecto". En primer lugar, aunque ya no se comparten las jeringuillas, éstas ya no son estériles, pues se utilizan para más de un pinchazo. En segundo lugar, el espacio donde se hace la mezcla suele ser compartido y contiene material contaminante, lo que supone un riesgo mayor.
Lo que sí es seguro es que "la población heroinómana de nuestros días ya no sufre las graves consecuencias sociosanitarias del pasado", que iban asociadas a la administración endovenosa de la droga.
Combinaciones
Cuando se consume heroína -ya sea fumada o por vía intravenosa-, normalmente "se asociada con gran cantidad de cocaína". La frecuencia de esta combinación -la más peligrosa de todas- pretende compensar los efectos estimulantes de una (cocaína) con los depresores de la otra (heroína)". Las benzodiacepinas y el alcohol son otras sustancias muy frecuentemente combinadas.En relación a los ensayos con heroína que se están llevando a cabo en Andalucía y Cataluña (ver DM del 18-III-04), Vázquez cree que "hay que dejar claro que el tratamiento con heroína no es el único posible, sino que se dispone de varias estrategias terapéuticas". Así, "se deberían establecer perfiles de pacientes heroinómanos para poder averiguar qué tratamiento es el más adecuado".