Hasta 210.000 personas en Inglaterra y Gales morirán de forma prematura a causa del alcohol en los próximos 20 años, y un tercio de estos fallecimientos se deberá a enfermedades hepáticas. Así lo advierte un grupo de expertos en salud en un estudio publicado en The Lancet.
Esta sustancia también estaría detrás de un importante porcentaje de muertes por accidente o violencia, y de enfermedades como la hipertensión, los ictus, los ataques al corazón y algunos tumores.
Para uno de los responsables de este trabajo, Ian Gilmore, ex presidente del Royal College of Physicians, está "está en manos del Gobierno de Reino Unido dar los pasos necesarios para enfrentar el problema de la bebida.
Estos expertos proponen la puesta en marcha de medidas como las adoptadas en la antigua Unión Soviética en 1980, que lograron, según aseguran, reducir un tercio el consumo de alcohol en dos años, lo que dio lugar a un descenso del 12% en la tasa de muertes relacionadas con este consumo.
La advertencia llega después de que el primer ministro británico, David Cameron, anunciara la semana pasada su intención de tomar medidas contra el abuso del alcohol, una lacra que cuesta al Sistema Nacional de Salud unos 2.700 millones de libras al año (unos 3.238 millones de euros).
El abuso del alcohol y sus efectos dañinos sobre la salud del consumo por atracón (el denominado "binge drinking") no es sólo un problema de los británicos, sino de otros muchos países. Un estudio publicado la semana pasada mostró que 7,5 millones de niños en Estados Unidos -más del 10% de la población infantil de este país- vive con padres alcohólicos y corre un elevado riesgo de sufrir problemas de salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 2,5 millones de personas mueren cada año por abusar del alcohol, lo que representa el 3,8% de todos los fallecimientos que se registran en el mundo.
