Seis países, entre ellos España, han participado en un trabajo para evaluar la eficacia de las intervenciones farmacológicas empleadas en las campañas contra el consumo de tabaco. Estas técnicas incluyen los chicles de nicotina, los parches, inhaladores como el bupropión y fármacos antidepresivos. Según los estudios epidemiológicos realizados, la asociación de apoyo psicológico duplica la probabilidad de éxito.
Los principales resultados del estudio demuestran que los efectos del tratamiento con el bupropion son los más beneficiosos para conseguir el abandono del tabaco y, en segundo lugar, la aplicación de parches; las intervenciones farmacológicas son más eficaces en el hombre que en la mujer y en las personas con edades comprendidas entre los 20 y los 34 años de edad.
Según las recomendaciones del U.S. Public Health Service, Treating Tobacco Use and Dependence, la nicotina es una de las sustancias más adictivas, con una dependencia similar a la que ocasiona la heroína y la cocaína. Abandonar el consumo de tabaco es una tarea difícil y, en la mayoría de los casos, el fumador demanda una ayuda y apoyo psicológico.
Sin embargo, existen numerosas razones para dejar de fumar, por ejemplo, una disminución en el riesgo de desarrollar un tumor de pulmón, enfermedades cardiovasculares, embolias cerebrales e, incluso, problemas de esterilidad.
Los resultados del trabajo y las innumerables ventajas que supone el abandono del tabaco suponen un estímulo para los fumadores y para los profesionales de la salud para continuar con las campañas de ayuda.