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31 de Mayo Día Mundial sin Tabaco. "Tabaco: mortífero en todas sus formas"
Fecha: 31.05.2006 Fuente: PNSD

Cartel de la Campaña
La adicción al tabaco es una epidemia global que está devastando a los países y regiones que tiene mayores dificultades en hacer frente a la mortalidad, morbilidad, discapacidad y falta de productividad ocasionada. Esta epidemia sigue un curso que ha sido documentado país tras país, impulsado por una industria que antepone los beneficios a la vida; su propio crecimiento sobre la salud de las generaciones futuras; su propia ganancia económica sobre el desarrollo sostenible de países que luchan por salir adelante. Ahora, a medida que las naciones comienzan a contraatacar y, que algunos países están haciendo retroceder la epidemia, las empresas tabaqueras siguen desarrollando nuevos productos destinados a mantener sus beneficios, con frecuencia disfrazándolos con un manto de atractivo y nocividad reducida

El desafío para la salud proviene de grandes y pequeñas empresas, de marcas de cigarrillos estrella, de los denominados cigarrillos orgánicos, del tabaco de mascar, de las pipas de agua, de los cigarros y de los nuevos productos híbridos con elementos de encendido a base de carbón vegetal, de cartuchos de aluminio para la nicotina y de sistemas de emisión de humo controlados por chips de ordenador. La verdad es inequívoca: todos los productos de tabaco son peligrosos y adictivos, y no deben escatimarse esfuerzos para rechazar todas sus formas de uso. Entre tanto, los gobiernos deberían hacer todo lo que esté en su mano para reglamentar todos los tipos de tabaco e incrementar el conocimiento sobre sus dañinos y mortíferos efectos.

Se necesita información precisa sobre los ingredientes, las toxinas que liberan y los efectos para la salud de todos los productos de tabaco. Han tenido lugar algunos esfuerzos de regulación de los cigarrillos destinados a controlar los ingredientes del producto, al igual que esfuerzos de comunicación dirigidos a trasmitir al público esta información sobre la salud, pero incluso estos esfuerzos han sido cuestionados y tergiversados por las empresas tabaqueras en sus continuos intentos por mantener el atractivo de sus productos. De esta manera, a pesar de unos pocos esfuerzos gubernamentales, la única fuente de información de la que disponen la mayoría de los consumidores es aquella que la propia industria proporciona voluntariamente, con resultados que siguen siendo perjudiciales para la salud de las personas y las poblaciones.

Las empresas tabaqueras dan muchas razones para no revelar toda la verdad sobre sus productos. Algunas de estas empresas forman parte de grupos empresariales que  fabrican asimismo productos alimenticios, bebidas e incluso productos farmacéuticos, para los que se requiere un etiquetado veraz en muchas jurisdicciones. No hay otra razón que el beneficio para que estas empresas no sean igual de comunicativas en relación con los productos de tabaco, siendo tal divulgación una de las razones de la regulación.
Afortunadamente, los estudios de profesionales del control del tabaco sobre las estrategias de la industria tabaquera en el siglo XX, al igual que los éxitos y fracasos de los esfuerzos realizados en el campo del control del tabaco, les han enseñado valiosas lecciones. Este conocimiento se puede aplicar con el fin de adquirir una mayor comprensión de las complejidades de los diversos productos de tabaco y de las motivaciones de las empresas tabaqueras en difundir desinformación. También la salud mundial se beneficia de la combinación de fuerzas de las Partes del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud.

Este Convenio Marco de la OMS es un potente instrumento de contención de las estrategias de la industria tabaquera dirigidas a minar los progresos en materia de salud pública. El Convenio Marco de la OMS fue la respuesta global de los países a la globalización de la epidemia del tabaco. Su preámbulo indica: «…reconociendo que la ciencia ha demostrado inequívocamente que el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco son causas de mortalidad, morbilidad y discapacidad, y que las enfermedades relacionadas con el tabaco no aparecen inmediatamente después de que se empieza a fumar o a estar expuesto al humo de tabaco, o a consumir de cualquier otra manera productos de tabaco». El artículo 1(f) define los «productos de tabaco» como «productos preparados totalmente o en parte utilizando como materia prima hojas de tabaco y destinados a ser fumados, chupados, mascados o utilizados como rapé».

En consecuencia, los objetivos del Día Mundial Sin Tabaco 2006 son:

1. hacer hincapié sobre el daño asociado al uso de tabaco en cualquiera de sus formas
para consumo,

2. poner de manifiesto el papel que la industria tabaquera desempeña en el menoscabo de los esfuerzos tendentes a determinar el verdadero perjuicio que causa el tabaco y

3. hacer un llamamiento a los gobiernos para que promulguen una regulación más amplia y rigurosa de los productos de tabaco.

El Convenio Marco de la OMS allana el camino para una mayor comprensión de los métodos de regulación y control de los productos de tabaco. El Día Mundial Sin Tabaco 2006 tiene por objeto dotar a las personas y a las organizaciones del conocimiento que necesitan para controlar el tabaco más eficazmente y mejorar la salud global. Constituye un instrumento para desenmascarar a la industria tabaquera de su disfraz y sacar a la luz la verdad que se esconde detrás de todos los productos de tabaco ya sean tradicionales, novedosos o los que se comercialicen en el futuro.

Documento informativo: Tabaco: mortífero en todas sus formas

Póster (pdf) : Tabaco: mortífero en todas sus formas

Enlaces OMS: Día Mundial sin Tabaco 2006

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