Luis López
Los porros aturden, la cocaína excita y las anfetaminas hacen que uno se sienta invencible. Así que no son buenos compañeros de viaje. El razonamiento es evidente, pero las luces de alarma se encendieron cuando, tras practicar las autopsias exigidas por la ley a las víctimas mortales de accidentes de tráfico, las autoridades advirtieron que la presencia de drogas en los cadáveres había aumentado en los últimos tiempos. Por ese motivo, la Er-tzaintza intensificó el pasado año los controles en carretera para detectar el consumo de sustancias psicotrópicas, lo que arrojó un total de 571 denuncias, casi un 42% más que el ejercicio anterior.
La Policía vasca sabe dónde y cuándo hacer los controles. Solo así se explica que casi una de cada tres pruebas -realizó 1.786 en todo el año- diera positivo. En la gran mayoría de los casos (el 42%) se detectó la presencia de cannabis; las anfetaminas estaban presentes en el 25% de los positivos, seguidas de cocaína (23%), éxtasis (7,5%) y opiáceos (2,5%).
Con todo, la droga más frecuente al volante sigue siendo, de largo, el alcohol. Durante 2011 se cursaron 3.197 denuncias en Euskadi por superar la tasa máxima permitida -cifra casi idéntica a la del ejercicio anterior- y otras 79 contra conductores que se negaron a soplar. Esas infracciones mantienen una tendencia a la baja: en 2007 fueron 4.689 y desde entonces se ha registrado un descenso del 32%. Para Amparo López, directora de Tráfico del País Vasco, las razones de esta evolución están claras: «Hay más concienciación entre la ciudadanía, el mensaje lanzado en múltiples campañas de publicidad ha calado en la gente». También ayuda que se hayan «reforzado los controles preventivos de la Ertzaintza» -83.567 se practicaron el pasado año- y que se hayan endurecido las penas para los infractores.
521 multas cada día
La situación general en las carreteras ha mejorado de forma palpable en el pasado reciente. La variable más importante, los fallecidos, no deja lugar a dudas: 60 personas murieron en la red viaria vasca el último año, siete menos que el anterior. El cambio es aún mayor si se ve el asunto con perspectiva porque hace una década las víctimas rondaban las 170.
Durante 2011 la Policía vasca tramitó 190.356 denuncias de tráfico; es decir, 521 al día, en las que se incluyen aquellas referidas a alcohol y drogas. Es un 2,47% más que en el ejercicio precedente. El aumento coincide casi exactamente con las 5.116 infracciones de velocidad captadas por el radar de tramo activado en junio en la N-1, entre Ordizia e Irura. A este dispositivo hay que achacar el incremento mencionado.
Porque el exceso de velocidad sigue siendo, con gran diferencia, el principal motivo de multa en Euskadi: el año pasado hubo más de 124.000 denuncias por este motivo, el 65,3% del total. Según datos facilitados por el Departamento de Interior del Gobierno Vasco, 92.167 fueron captadas por alguno de los 19 radares fijos que existen en la comunidad, 26.834 por dispositivos móviles, y el resto -las mencionados 5.116- por el radar de tramo.
Fuentes de la Dirección de Tráfico del Ejecutivo autónomo señalan que se trata de un fenómeno eminentemente estacional, ya que entre julio y septiembre se concentran casi la tercera parte de las multas por pisar demasiado el acelerador debido al aumento del tráfico: ocurre porque miles de vehículos procedentes de Europa circulan en dirección al norte de África, lo que se une a los habituales desplazamientos estivales y a los viajes que propicia el aumento de las horas de luz diurna.
Hablar por el móvil
Por otra parte, la Ertzaintza cursó 11.102 denuncias por mal comportamiento en la conducción. Aquí se incluyen temeridades o negligencias como hablar por el móvil -motivo por el que fueron sancionados 2.376 conductores-. También en este apartado se ve la evolución de la última década, ya que en el año 2000 se habían contabilizado más de 41.000 denuncias, casi cuatro veces más que en 2011.
Por último, hay que mencionar aquellas multas que recibieron quienes fueron descubiertos sin la documentación legalmente requerida (ITV caducada, conducir sin carné, sin seguro...). Hubo 8.925. La crisis parece haber animado a los conductores a esmerarse al máximo para evitar sanciones, ya que en 2006 hubo 18.278, más del doble que el año pasado.
