Argentina, Mendoza - Educan a niños contra la violencia por pedido de sus padres
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Fecha:
24.12.2004
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Fuente:
Los Andes on-line
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Chicos de distintas escuelas de Luján de Cuyo participan, en forma voluntaria, del programa Chaval
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Un grupo de padres de Chacras de Coria no se quedó en lamentaciones por el contexto social que les toca vivir a sus hijos, ni por su futuro incierto. Esta preocupación los llevó a convocar a especialistas y aplicar un innovador método para educar a sus hijos en valores, “la gran carencia pedagógica actual”.
El pasado mes de noviembre 250 chicos de distintos puntos de Luján celebraron el cierre de un programa (llamado Chaval), que -dicen- les enseñó a pensar las cosas desde la tolerancia.
“Siento que después de Chaval puedo tomar decisiones más rápido”, confesó Tomás (8). A tal conclusión llegó después de seis meses de encuentros con niños -parecidos y muy distintos a él- con los que discutió y profundizó temas relevantes: como violencia social, consumo de drogas, trastornos alimentarios, embarazo precoz, accidentología y cuidado personal.
Chaval (Chacras-valores) es el nombre que la comunidad consensuó para denominar la iniciativa. La excusa para abordar estas temáticas ríspidas fue un álbum de historietas y figuritas. Las divertidas vivencias por las que pasa una pandilla de amigos -diseñadas pedagógicamente para la edad de sus lectores- actúan como disparadores del debate.
Este instrumento de educación en habilidades sociales, autoestima y hábitos saludables fue diseñado en el País Vasco. “La aventura de la vida” no sólo ha recibido premios internacionales, como el Reina Sofía, sino que unos 17 países de Europa lo han implementado en la currícula oficial de sus sistemas educativos. Como la experiencia mendocina trabajaría con población no cautiva, los creadores vascos desconfiaron del éxito.
Esto fue al principio, pues ellos mismos se mostraron sorprendidos porque terminaron el programa más de 250 chicos, de los 500 que lo habían comenzado. “La adhesión y permanencia de los chicos fue posible por la gran demanda que exponían los padres y la confianza que depositaron en el proyecto, pues ellos recién al final conocieron la herramienta”, comentó Miguel Liendo, coordinador general.
Vale destacar que los vecinos rechazaron padrinazgos políticos y vinculaciones con organismos. Quisieron caminar solos esta experiencia piloto que surgía de su mayor preocupación. Después de pedir el asesoramiento del centro terapéutico de la AEA (Asociación Europea Americana), se pusieron a trabajar en la convocatoria. Para ello, se basaron en el carisma del cura del pueblo, en la folletería y en el boca a boca.
La primera gran reunión se hizo en la plaza de Chacras hace seis meses. Entonces, se invitó a casi todas las escuelas de Luján de Cuyo que se quisieran comprometer con la dinámica. La mitad adhirió a la causa e invitó a sus alumnos; sólo asistieron los que aceptaron la propuesta. Entonces, se buscó a los coordinadores (estudiantes de psicología y sociología, docentes y mamás), becas para los niños de zonas rurales y un celador que atendiera la escuela cada sábado de los 12 encuentros.
Uno de los testimonios que más recuerdan quienes participaron de Chaval, fue el de un niño -de los llamados difíciles- que durante el recreo de un encuentro había mostrado una navaja a sus compañeros. “Yo estaba enojado con todos, no sé dónde habría terminado este año de no haber participado de estas reuniones con ustedes”, agradeció el joven.
Gustavo Bioriza, asesor del programa, destacó esta necesidad mundial de volver a educar en habilidades sociales. “Estos valores antes se daban desde múltiples instituciones, hoy devaluadas: familia, colegio, estamentos religiosos, clubes, convivencia barrial. Lo importante es que los padres no se queden en la angustia y pasen a actuar”, dijo.
El importante rol de la prevención
“Hay padres que dicen, no creo que mis hijos necesiten este plus de educación porque no tienen problemas. Obvio, si los tuvieran a los 8 años sería un horror. Lo que no entienden es que la prevención debe actuar como un antídoto en la población sana”, grafica Bioriza. Esta experiencia, para el especialista, actuó como vacuna porque sirvió para que los niños aumentaran su autoestima, el juicio crítico, la capacidad de codificar información y la fuerza para resistir la presión de grupo cuando ellos no comparten la moción.
A Carolina, le enseñó a decir de buena manera lo que piensa. “Hablé con mi papá y le dije que yo lo respetaba. Que si quería seguir fumando, no iba a decir nada, pero que él respetara que yo quería ser sana y no fumara en la casa. No me contestó nada, pero ahora cuando terminamos de comer se va afuera a fumar y hasta creo que está fumando menos”, dijo.
Este avance es un peso positivo frente a las cifras negativas, que hablan del actual panorama infanto juvenil: el 14% de las madres que dan a luz en Mendoza son adolescentes, bajó la edad de inicio del consumo de alcohol a los 13 años, el 30 por ciento de los jóvenes consume drogas ilegales, el 75% consume alcohol en exceso y crece día a día el número de abortos.
En síntesis
Programa. Participaron 250 chicos (de entre 8 y 12 años). Se basó en 12 encuentros, sábado por medio durante seis meses.
Método. Trabajos y conclusiones consensuadas sobre historietas.
Piloto. La herramienta será estandarizada, para que pueda aplicarse en otros sectores y sea autosustentable.
Cierre. Noviembre de 2004, en la plaza de Chacras. Actuará una murga y la banda de la Policía.
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