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Informe sobre la salud en el mundo 2004 - cambiemos el rumbo de la historia
Fecha: 09.06.2004 Fuente: OMS

Portada del Informe
En el informe de este año, cambiemos el rumbo de la historia, se preconiza una estrategia integral contra el VIH/SIDA que combine la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo prolongado. Ante un momento crucial de la historia de la pandemia, la comunidad internacional tiene una oportunidad sin precedentes para alterar su curso y fortalecer paralelamente los sistemas de salud en beneficio sostenible de todos.

Este es un momento decisivo en la historia del VIH/SIDA. Nunca se había dedicado tanto dinero, tanta voluntad política y tanta atención a esta enfermedad mortífera. Sin embargo, sigue aumentando el número de personas que mueren de SIDA y se infectan por el VIH. Como se señala en el Informe sobre la salud en el mundo 2004 - Cambiemos el rumbo de la historia, la comunidad internacional tiene una oportunidad única para cambiar la historia utilizando programas de tratamiento del VIH a fin de fortalecer los actuales programas de prevención y mejorar los sistemas de salud.
 
La OMS, el ONUSIDA y sus asociados aplican una estrategia integral de lucha contra el VIH/SIDA, que vincula la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo a las personas que viven con el virus. Hasta ahora, el tratamiento ha sido el aspecto que ha recibido menos atención en la mayor parte de los países en desarrollo. Sin embargo, como se dice en el informe, de todas las posibles intervenciones relacionadas con el VIH, el tratamiento es el que puede impulsar de manera más efectiva las actividades de prevención fortaleciendo al mismo tiempo los sistemas sanitarios y permitiendo que los países pobres protejan a su población de una amplia variedad de amenazas para la salud.
 
"Por fin, la inversión mundial en salud - y, en particular, la destinada a luchar contra el VIH/SIDA - está aumentando. Ello supone una mejora largo tiempo esperada de las posibilidades de controlar la peor epidemia mundial surgida en varios siglos. El desafío consiste ahora en coordinar todos nuestros esfuerzos y velar por que estos recursos beneficien a quienes más lo necesitan", ha dicho LEE Jong wook, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
 
Se ha prometido la aportación de recursos vitales, con inclusión de más de US$ 20 000 millones aportados tanto por países donantes como por conducto de organismos multilaterales de financiación, entre ellos el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, el Plan de Emergencia de la Presidencia de los Estados Unidos para la Mitigación del VIH/SIDA y el Banco Mundial.1 Ahora es preciso utilizar rápidamente y de una manera coordinada estos fondos para prolongar la vida de millones de niños, mujeres y hombres que, de no ser así, morirán pronto. Es necesario movilizar apoyo técnico adecuado para los programas sobre el VIH/SIDA a fin de garantizar que las nuevas inversiones tengan la mayor repercusión posible a largo plazo en la salud de la población de los países pobres.
 
"Debemos invertir estos recursos adicionales para fortalecer estrategias integrales de prevención y atención basadas en 20 años de experiencia, que nos han permitido saber cuáles son las medidas más eficaces", ha dicho el Dr. Peter Piot, Director Ejecutivo del ONUSIDA. "La mejor estrategia para salvar vidas y lograr que las generaciones futuras estén libres del VIH consiste en ampliar los programas eficaces de tratamiento y prevención."
 
En el informe se señala que el tratamiento y la prevención del SIDA también ofrecen la oportunidad de fortalecer los sistemas de salud en los países más pobres, lo cual supone beneficios sanitarios para todos. "Las futuras generaciones juzgarán en gran medida nuestra época por la respuesta que logremos articular ante la pandemia de SIDA", ha dicho el Dr. Lee. "Afrontando el problema con determinación estaremos construyendo al mismo tiempo sistemas de salud capaces de atender las necesidades sanitarias de hoy y de mañana. Se trata de una oportunidad histórica que no podemos desaprovechar."
 
El SIDA ha matado ya a más de 20 millones de personas y es ahora la principal causa de muerte y de años perdidos de vida productiva entre los adultos de 15 a 59 años. Se estima que la cifra actual de seropositivos está comprendida entre 34 y 46 millones. Si no reciben tratamiento, todos ellos tendrán una muerte prematura y, en la mayoría de los casos, dolorosa. En 2003, tres millones de personas murieron y cinco se infectaron. Casi seis millones de personas del mundo en desarrollo morirán en un futuro próximo si no reciben tratamiento, pero a finales de 2003 éste sólo se dispensaba a 400 000 enfermos.
 
En el informe se señala que se han subestimado gravemente los costos económicos y sociales del VIH/SIDA a largo plazo en muchos países. En la actualidad, las proyecciones indican que algunos países del África subsahariana se enfrentarán al colapso económico si no logran controlar sus epidemias, sobre todo porque el VIH/SIDA debilita y mata a adultos que están en la flor de la vida, lo cual priva a la comunidad de médicos, maestros y abogados, así como de agricultores, mineros y policías, además de privar a muchos niños de sus padres.

La esperanza está en el tratamiento

En septiembre de 2003, la OMS, el ONUSIDA y el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria declararon que la falta de acceso al tratamiento con medicamentos antirretrovirales era una emergencia sanitaria mundial. Para responder a ello, estas organizaciones y sus asociados lanzaron una iniciativa encaminada a ofrecer acceso a la terapia antirretroviral a tres millones de personas para finales de 2005: la iniciativa "tres millones para 2005".
Hasta marzo de 2004, 48 países entre los más castigados por el VIH/SIDA se comprometieron a extender rápidamente el acceso al tratamiento y solicitaron colaboración técnica para elaborar y aplicar programas ampliados.
 
"Ahora que finalmente comienza a llegar dinero, por conducto del Fondo Mundial y otras fuentes, para financiar programas de tratamiento en los países en desarrollo, vemos que los países necesitan asesoramiento, información sobre mejores prácticas y asistencia técnica para aplicar rápidamente programas ampliados", ha dicho el Profesor Richard Feachem, Director Ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria. "La OMS desempeñará un papel fundamental en los próximos años para velar por que ese incremento de los recursos permita salvar vidas."
 
La OMS colabora estrechamente con todos los asociados, incluidos los funcionarios nacionales de salud, los dispensadores de tratamiento, las organizaciones comunitarias, los afectados por el VIH/SIDA y otros interesados directos, para trazar y poner en práctica planes nacionales de extensión masiva del tratamiento. Es fundamental que los países asuman un compromiso político e identifiquen los programas como algo propio. Los mecanismos racionalizados de financiación que ha elaborado el Fondo Mundial están permitiendo a muchos países acceder a recursos financieros y ampliar los programas de tratamiento y prevención del SIDA con una rapidez sin precedentes.

La prevención y el tratamiento son indisociables
Una extensión masiva del acceso al tratamiento puede apoyar y fortalecer los programas de prevención. Cuando se ha suministrado tratamiento, ha habido un aumento espectacular de la demanda de asesoramiento y pruebas. Un asesoramiento correcto y una educación sobre el VIH permiten mejorar la prevención entre las personas que no están infectadas y reducen considerablemente la transmisión de la infección en los seropositivos.
 
La extensión masiva de las pruebas y el suministro de asesoramiento en los servicios de salud para las personas con tuberculosis, las mujeres embarazadas y los sectores vulnerables de la población, como los jóvenes, los profesionales del sexo y los usuarios de drogas por vía parenteral, conduce a un mayor compromiso por parte de quienes pueden ser vulnerables, lo cual fortalece, a su vez, las oportunidades de prevención. Motivar a las comunidades para que conozcan su estado serológico en un contexto de acceso al tratamiento antirretroviral significa modificar las respuestas comunitarias al VIH, promover una mayor apertura y contribuir a reduc

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