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Primeros pasos de la Estrategia sobre Drogas con la atención en cárceles
Fecha: 28.02.2005 Fuente: diariomedico.com

Los ministros José Antonio Alonso y Elena Salgado durante la firma del convenio en Madrid. FOTO: Leticia Acosta
Los ministerios de Interior y Sanidad firmaron un convenio para mejorar conjuntamente la asistencia a la población reclusa drogodependiente. Para ello, se incrementará la formación de los funcionarios y, fundamentalmente, se potenciará la continuidad de los tratamientos una vez que el paciente abandone la prisión

La nueva Estrategia Nacional sobre Drogas, que el Ministerio de Sanidad presentará en las próximas semanas, está dando ya sus primeros pasos: el departamento encabezado por Elena Salgado, junto con el Plan Nacional sobre Drogas (PND), firmó ayer un convenio con el Ministerio del Interior y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias para mejorar la asistencia a la población reclusa drogodependiente. "Se trata de un aspecto que ya se ya anuncié en el Congreso que sería una prioridad en materia de drogas (ver DM del 15-IX-2004), y hemos querido darle relevancia propia porque es un asunto fundamental con el que debemos empezar a trabajar lo antes posible", afirmó Salgado.

Los objetivos fundamentales del convenio son, según el ministro del Interior, José Antonio Alonso, "reducir el consumo de drogas en las instituciones penitenciarias, disminuir las enfermedades transmisibles por vía parenteral y, por último, conseguir que los reclusos abandonen el hábito y puedan reinsertarse en la sociedad, rompiendo el estrecho vínculo que existe entre drogas y delito".

Más seguridad

En opinión de Alonso, este convenio "producirá una ganancia neta en seguridad ciudadana, dado que gran parte de esta población delinque por su drogadicción". Así, un 77,2 por ciento de los reclusos afirman haber consumido drogas -incluyendo alcohol- y de ellos, el 46,2 por ciento consume heroína y/o cocaína, y hasta un 21,9 lo hace por vía intravenosa.

Por el momento, la prioridad es "conocer el marco en que se desarrollan las drogodependencias en las cárceles y empezar a formar a los funcionarios de prisiones", explicó Alonso.

Este convenio, que tiene validez por un año con carácter renovable, implica para Sanidad una inversión de 300.000 euros, a los que se suman 750.000 que el Ministerio dedicará a la prevención del sida en las cárceles. Asimismo, Salgado aseguró que "la existencia de programas específicos para la atención a los drogodependientes reclusos será un criterio prioritario para conceder subvenciones del PND a las autonomías".

En este sentido, Salgado recordó que una de las prioridades de la nueva Estrategia Nacional sobre Drogas en esta materia será la continuidad en la asistencia, de modo que "los tratamientos que han comenzado en la prisión se mantengan cuando el recluso consiga el tercer grado o la libertad, algo que queremos impulsar con los planes regionales y los gobiernos autonómicos".

Plan del País Vasco

El V Plan de Drogodependencia del Gobierno Vasco 2004-2008, aprobado en la Cámara de Vitoria con la única abstención del PP, contempla llevar a cabo un programa de desintoxicación en cárceles utilizando heroína. El proyecto, piloto y pionero en el ámbito de las instituciones penitenciarias, está basado en la dispensación de heroína a un grupo de 60 reclusos que tengan condenas largas y hayan fracasado al menos en dos ocasiones en programas de mantenimiento con metadona. Sólo en Suiza existe una experiencia similar a la que se va a realizar en la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca, donde más de la mitad de los presos son drogodependientes.

La aplicación de esta medida, prevista para el último trimestre del presente año, está supeditada a que se alcance un acuerdo entre el ejecutivo autonómico y la dirección del centro penitenciario, el Ministerio de Sanidad y la Dirección de Instituciones Penitenciarias, dado que la dispensación terapéutica de heroína no está autorizada por el Gobierno central.

Para mejorar la calidad de vida de los drogodependientes en situación de exclusión, el plan incluye la creación de salas de venopunción para toxicómanos en los municipios cuyos ayuntamientos así se lo soliciten al Gobierno vasco. De momento no se ha realizado ninguna petición, ya que desde noviembre de 2003 funciona en Bilbao una de estas salas de consumo higiénico de heroína que cubre casi toda la demanda.

Asimismo, el Plan prevé poner en marcha otra práctica hasta ahora ilegal como es el uso médico del cannabis en enfermas de cáncer de mama. Por ello, en principio, el Gobierno vasco solicitará a la Agencia del Medicamento la autorización necesaria para poder dispensar marihuana, o sus derivados, siempre y cuando exista evidencia científica de su eficacia.

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