En los últimos años, el consumo de drogas entre los universitarios peruanos se incrementó debido a la facilidad para obtener algún tipo de sustancia tóxica.
El Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro) realizó una encuesta a 600 jóvenes, 300 de universidad estatal y el resto de dos centros privados que operan en la ciudad de Lima.
El estudio efectuado dio como resultado que el 83.6% de los encuestados señaló que la marihuana es la droga más fácil de conseguir, mientras que el 47.2% colocó a la pasta básica de cocaína en segundo lugar.
Respecto al clorhidrato de cocaína y al éxtasis, la opinión está dividida, pues cerca de la mitad de los estudiantes universitarios encuestados opina que sí es fácil de conseguir y la otra mitad indica que es difícil.
El ketalar y el LSD son drogas consideradas más complicadas de encontrar por dos tercios de los estudiantes entrevistados que emitieron su opinión.
Asimismo, el estudio revela que entre el 25% y 40% de los jóvenes afirma no saber si es fácil o difícil conseguir drogas como marihuana, éxtasis o drogas cocaínicas.
Otro de los datos que precisa el sondeo es que el principal problema que agobia al universitario es la falta de dinero (38%), falta de trabajo y oportunidades laborales (17.3%). El 22.2% considera que el problema principal es la educación previa recibida. Sólo el 1.5% de los alumnos manifiesta como su principal problema el consumo de drogas.
El 82,8% de los estudiantes refiere haber probado al menos una vez en la vida tabaco; el 87,7% consumido bebidas alcohólicas; cerca del 25% de los entrevistados dice haber experimentado con marihuana, el 3% pasta básica de cocaína (PBC) y el 4,3% clorhidrato de cocaína.
Además, el estudio da cuenta que el 3,7% de los universitarios ingirió éxtasis y el 1% probó ketalar y/o ketamina (potente anestésico general de corta duración). Pero, mayormente, reportan desconocimiento de la existencia de dicha droga (no la conocen). También, el 2% de los jóvenes preguntados ha probado alguna vez LSD.
Por otro lado, Cedro informó que alrededor de la mitad de los estudiantes universitarios (54.7%) tiene intención de ir a vivir fuera del país. De aquellos que expresan tener planes para vivir en el extranjero, la mitad (49.7%) lo haría para estudiar o mejorar su educación, una tercera parte (31.4%) en búsqueda de trabajo u oportunidades laborales y un 15.2% para mejorar su calidad de vida.
El uso de alcaloides se refleja en el rendimiento
Luis Espinoza, especialista de Cedro, manifestó que el consumo de drogas “puede afectar al estudiante universitario en una disminución de la capacidad de atención y concentración, lo que se refleja en un bajo rendimiento académico y una posible deserción universitaria”.
Asimismo, indicó que aquella persona que consume algún tipo de estupefaciente pierde el manejo de situaciones estresantes y presenta inestabilidad emocional, lo que puede terminar en depresión, trastornos de ansiedad y patologías mayores.
Otra percepción que tiene el médico es que la persona adicta pierde su autovaloración y la autoestima, lo que afecta la realización de las metas académicas.
Aproximadamente el 75% de los estudiantes percibe que en su universidad consumen marihuana, y un 25% que existe un consumo de PBC.
Dicha percepción tiene asidero en las dinámicas cotidianas de los estudiantes, lo que permite asumir, a partir de ello, que el problema de consumo de drogas existe y en muchos casos en gran medida, según informó Cedro.
Para Milton Rojas, otro de los especialistas en el tema, “la gran aceptación que tiene la marihuana en esta población se debe a las siguientes atribuciones equívocas:
Se cree que no genera dependencia; que combate el estrés e induce a la relajación; que no se ha demostrado que provoque daños físicos ni psicológicos y que es una sustancia natural, donde no interviene la mano del hombre”.
Consumo
De todos los universitarios entrevistados, sólo el 2,7% definitivamente aceptaría consumir drogas si un amigo les ofreciera. Uno de cada cinco estudiantes (22,7%) muestra dudas sobre si consumir o no en el caso de que un amigo les invite drogas. La gran mayoría de los estudiantes (74%) declaró que no consumiría si un amigo les invitara drogas.
